De propia voz, Juan Luis González Alcántara Carrancá definió su principal línea de trabajo como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): “todo el trabajo que pueda yo hacer en defensa de los derechos humanos, de los tratados internacionales, de las convenciones será una tarea prioritaria (…) Soy ferviente creyente en la necesidad que tenemos que hacer extensiva la vigencia de los derechos humanos en nuestro país”. Así lo dijo quien se convirtió en el primer ministro emanado de la cuarta transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador, tras haber sido elegido el pasado mes de diciembre por mayoría de votos en la segunda ronda de votación de los senadores de la República para designar a quien ocupará por los próximos 15 años el lugar que dejó el ministro José Ramón Cossío. La experiencia del jurista González Alcántara Carrancá es amplia y bien conocida. Él mismo se define como “un abogado que ha ejercido la profesión en distintos campos”, como relata en una entrevista que en agosto de 2017 concedió a una revista de la Universidad Humanista donde el hoy ministro funge como rector honorario, dedicado al asesoramiento y desarrollo de innovaciones en el ámbito académico, cultural y científico de la universidad. Descendiente de una familia dedicada a la abogacía, Juan Luis González Alcántara Carrancá ha incursionado en ámbitos de la docencia y el derecho, pero también cuenta con una amplia trayectoria en el servicio público, desempeñándose desde la década de los setenta en la Secretaría de Obras Públicas, en el área de Asentamientos Humanos de la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Relaciones Exteriores y en el Tribunal Superior de Justicia, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Amistades polémicas
Pero no fue hasta su arribo a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del entonces Distrito Federal (2000-2003) durante el gobierno capitalino que encabezó López Obrador, en concordancia con la presidencia del ministro Genaro Góngora Pimentel al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (1999-2003) cuando en la carrera de Alcántara Carrancá se gestó una vinculación con el hoy ministro en retiro Góngora Pimentel que posteriormente se tradujo en acusaciones de tráfico de influencias. Fue hasta mayo de 2013 cuando González Alcántara Carrancá bajo la envestidura de magistrado de la Cuarta Sala Familiar del TSJDF, fue cuestionado por las polémicas decisiones que tomó en torno al juicio que el ministro Góngora Pimentel enfrentaba por la pensión alimenticia que le exigía su exesposa, María Orozco Castillo, madre de dos hijos que concibió con el ministro. En el caso, el hoy designado ministro de la SCJN, de quien se reveló mantiene una estrecha relación de amistad con Góngora Pimentel, decidió otorgarle la reducción de la pensión alimenticia que este debía darle a su también ex asistente para la manutención de sus hijos diagnosticados con autismo. Orozco Castillo acusó en ese entonces que dentro de los propósitos de Góngora Pimentel también se vio beneficiado por la decisión del entonces magistrado Juan Luis González Alcántara, quien a petición del ministro en retiro ordenó el que se hicieran estudios psicológicos para determinar si sus hijos habrían sido víctimas de maltratato por parte de su madre. Esto, según la denuncia de la María Orozco quien estuvo presa en el penal de Santa Martha Acatitla, como parte del “tráfico de influencias” del que señaló a ambos juristas para quitarle la custodia de sus hijos.
Credenciales
En febrero de 2016, Luis González Alcántara Carrancá formó parte del grupo de trabajo 28 personas que se dedicaron a elaborar el Proyecto de la Primera Constitución Política de la Ciudad de México, que al respecto reconoció que el reclamo popular de una Carta Magna propia de la capital del país, buscaba integrar la protección al salario y la salud de las personas, pero sin desestimar las reformas al Poder Judicial encaminadas a replantear y acotar la permanencia de jueces y magistrados, así como el transparentar sus procesos de selección y las audiencias públicas. Con un doctorado en Derecho por la UNAM, institución donde Alcántara Carrancá trabajo a la par de Jorge Barrera Graf, especialista en derecho mercantil, desarrollaron las bases de la defensa y legalidad de los derechos de los universitarios, el ministro logró prepararse en prestigiosas instituciones como la Universidad de Tufs de Harvard, en la que cursó en las escuelas de derecho, grabados de artes y ciencias y economía; en la Universidad de Barcelona donde obtuvo la maestría en Derecho Civil y Familiar, así como la universidad de Upsala donde se adoctrinó en materia de conflictos en arbitraje y materias en relación a historia. Tras haber sido designado ministro de la Corte, Alcántara Carrancá reconoció que entre las prioridades que tiene al integrarse al Pleno del alto tribunal estará en primera instancia el “ponerme a las órdenes de los ministros de la Suprema Corte y empezar a elaborar y construir un trabajo de conciliación, estudio y análisis de los asuntos pendientes por resolver”. Además de compartir sus experiencias, el nuevo ministro se comprometió a darle seguimiento al trabajo que dejó el ministro José Ramon Cossío, al respecto señaló: “continuar lo que ha trazado en la línea de su ponencia. He manifestado mi intención de conservar a la mayoría del número de secretarios de estudio y cuenta que tiene el ministro (Cossío) y seguir esa línea de estudio del derecho comparado para poder incorporar en las resoluciones que me toque ser ponente para ver las experiencias internacionales”. ES DE INTERÉS