PRI en 2015: hegemonía pese al deterioro

23 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

PRI en 2015: hegemonía pese al deterioro

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Las campañas electorales inician en enero.

Las estrategias de que forman parte comenzaron mucho antes.

De entre ellas destaca la habilidad estratégica del PRI para potenciar el posicionamiento que le proporcionaría el PVEM, un partido de la nueva generación priista, el cual ha estado sobreexpuesto en los medios de difusión, especialmente en los electrónicos y en las salas de cine de todo el país.

El volumen de spots, su costo de producción y la frecuencia de su emisión ante las audiencias de estratos medios debería merecer una investigación.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) alcanzó a decidir, antes de concluir este año, que la franquicia partidaria aliada al PRI será sujeto de una sanción pública.

Un castigo irrelevante si se considera la muy rentable aportación que podrá realizar a la victoria del PRI como primera fuerza nacional en 2015.

Esto claro, si no se modifica el escenario en el cual ninguna fuerza, pese a los altibajos de la aceptabilidad del PRI, puede por ahora disputarle el control de la mayoría en el control de gubernaturas y en ambas cámaras al partido cuyas organizaciones ancestrales partidarias nacieron después de la revolución mexicana.

El deterioro registrado en la imagen presidencial tendrá un impacto en la aceptabilidad del partido más antiguo del país.

Sorprendentemente, sin embargo, ese desgaste podrá ser en parte subsanado por el conjunto de alianzas construidas alrededor del PRI.

El PVEM, en particular, podría tener una preferencia electoral semejante a la que Morena pueda alcanzar en las elecciones de 2015 a nivel nacional, esto es, alrededor de 9 por ciento del sufragio emitido a nivel nacional.

Con ese porcentaje y el 39 por ciento probable del PRI no tendrá gran problema, con las alianzas probables cercanas, de agenciarse nuevamente la mayoría relativa básica para modelar el control del poder público en los siguientes tres años.

Las campañas electorales de las oposiciones, sin embargo, tienen grandes oportunidades. Las cuales, por supuesto, deberán pasar la prueba de la desunión interna en el PRD y con respecto de las demás izquierdas y, dentro del PAN y respecto de los segmentos sin partido de la opinión pública que han sido insultados para la percepción y la realidad de una baja calidad del liderazgo, en ambos casos, de izquierdas y derechas.

Sobreponerse a la miseria interna es indispensable en esas oposiciones para hacerse atractivos a sectores más amplios de la población que aquellos representados por sus respectivos núcleos duros.

Los temas de corrupción, impunidad, desarrollo económico insuficiente e incertidumbre serán centrales en esas campañas.

Como siempre, la tendencia está planteada y la probabilidad de su disrupción está en las manos de las oposiciones que, como lo dijera alguna vez Porfirio Muñoz Ledo, actúan como reyes Midas al revés. Todo lo que tocan, en vez de oro lo transforman en…y dijo entonces la palabrota…