Afectar a las minorías

18 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Afectar a las minorías

enrique del val

En Europa, una de las más importantes lecciones de esta pandemia es que el retorno a la llamada normalidad no va a ser posible, entre otras cosas porque, como bien dicen Nancy Yuk y Michael Vincent, la famosa normalidad es precisamente el problema, refiriéndose al plan desarrollado por la Unión Europea de 750 mil millones de euros anunciado hace algunos meses. Escriben que la llamada normalidad, con reglas fiscales rígidas y el papel preponderante de los mercados en la última década, ha impedido financiar los problemas económicos, de salud y ambientales, por lo que las prioridades deben cambiar hacia la inversión en el medioambiente, abandonado desde la crisis de 2008.

Para el economista Branko Milanović, en un artículo publicado en International Politics and Society, este es el primer evento global en la historia de la humanidad, ya que afecta a todos sin importar lugar de residencia, país o clase social. Todos compartimos miedo, temor, pérdida de empleo y salario, restricciones gubernamentales y cubrebocas. Incluso las llamadas guerras mundiales eran limitadas.

Señala que la pandemia generará un cambio sustancial en el trabajo debido a la posibilidad de realizarlo desde casa; inclusive aventura que el mercado global de trabajo no tendrá necesidad de la migración, como ya existe en los llamados call centers.

En un interesante análisis del premio Nobel Joseph. E. Stiglitz, elaborado para la Foundation for European Progressive Studies (FEPS,) sobre las lecciones aprendidas y la valoración de la pandemia, menciona claramente que aún con las mejores políticas no habrá la famosa recuperación en V, sino que lo que hay que saber es qué tan profunda será la U.

No habrá, según él, recuperación robusta hasta que la pandemia esté bajo control, más allá de la reducción de los decesos y, como ya lo vemos esta semana, la desigualdad crecerá en el mundo pues los países ricos no quieren la supresión de las patentes de las vacunas y, de paso, han comprado más de la mitad de las dosis disponibles.

Es decir, el 14% de la población mundial ya dispone de 54% de las dosis que se fabricarán en los próximos meses. Esperemos que nuestro país, con la misión cumplida, sea parte de ese porcentaje.

Stiglitz hace una crítica muy precisa al sector privado, destacando al sector financiero que, a su juicio, ha demostrado una vez más su falta de humanidad, igual que en la crisis económica de 2008. Como ejemplo menciona la propuesta en el Congreso norteamericano para aliviar la situación provocada por el Covid-19, que fue saboteada por las firmas privadas más importantes del país a través de sus cabilderos y, de esta forma, las empresas con más de 500 trabajadores fueron exceptuadas de cumplir con la obligación de apoyar a los trabajadores de menos salarios o a quienes despedían.

En sus comentarios finales dice que la prioridad número uno de los gobiernos es asegurar la salud y salvar las vidas; la siguiente, proteger a los vulnerables. Finaliza su comentario diciendo que Europa no ha hecho bien la tarea, a pesar de la cantidad de recursos que se han asignado.

En un blog del Fondo Monetario Internacional se indica que cuando la desigualdad es alta, las pandemias acentúan la crisis social, según se ha demostrado en un análisis de 133 países con las pandemias del SARS, H1N1, MERS, Ébola y Zika.

Considero que estamos en un momento crucial y difícil del desarrollo económico del capitalismo, que viene de atrás y la pandemia no ha hecho más que sacarlo a flote. La mayoría de los expertos coinciden en que es mejor no hablar de volver a una normalidad, que era muy desigual.

El problema radica en que las decisiones que hay que tomar afectan a una minoría poderosa que puede dominar congresos y burocracias, y si no se le vence ahora la desesperación social será imparable.