Altura de miras

25 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Altura de miras

enrique del val

Ya es obvio que la situación económica en todo el mundo ha cambiado para mal desde la pandemia, y ahora se está viendo agravada con la invasión rusa a Ucrania. La subida de los tipos de interés y la inflación redundarán, sin duda, en el crecimiento y, como siempre, los más afectados serán los pobres y las clases medias. Y los más beneficiados, el famoso uno por ciento.

Si a esta situación económica le agregamos la realidad social, se vuelve un cóctel muy peligroso para la estabilidad en muchos países, por lo que es necesario actuar con prudencia, tomando en cuenta que estamos viviendo una situación nunca antes vista, por lo menos, por dos generaciones, y las consecuencias que se prevén son funestas.

En este contexto, la situación en nuestro país también se está volviendo difícil y no tiene visos de resolverse sin la participación de los principales actores políticos, como son el gobierno, los partidos políticos, la Suprema Corte de Justicia y los militares que hoy, gracias al gobierno actual, son una fuerza también determinante.

El resto de la población está en espera de que las diatribas que ocurren todos los días de cualquier lado se acaben o, por lo menos, se reduzcan a divergencias que son normales en cualquier democracia, pero que no llegan a la ruptura total.

En nuestro país la economía no está bien para resolver los problemas que se tienen, y la creencia de que con ahorros presupuestales se van a solucionar, está afectando las labores obligatorias del Estado en varias materias, principalmente salud y educación; los programas sociales de apoyo económico, si bien han sido un paliativo, no logran sacar de la pobreza y, desgraciadamente, está ha aumentado.

Las grandes obras gubernamentales que se han emprendido en esta administración tardarán años en dar los resultados que se esperan y poco contribuirán en el corto plazo a atenuar la situación y a generar recursos para destinarlos a otras actividades básicas.

El terrible asalto de los grupos delincuenciales no sólo en el trasiego de drogas, sino en casi todas las actividades económicas, incluyendo escuelas e iglesias, mediante la extorsión ya es un asunto generalizado que lo único que provoca es un incremento en el precio de las cosas, amén del cierre de empresas que no pueden sufragar este impuesto mafioso, que por cierto no es privativo de nuestro país; regiones de Italia y los Estados Unidos, por citar algunos ejemplos, también tienen la misma problemática que, desgraciadamente, se normaliza.

Ahora bien, es urgente y necesario que, de alguna manera, las fuerzas políticas lleguen a un acuerdo o pacto que plantee de qué forma, cediendo todos, se puede concertar un programa en el corto plazo que nos ponga en otra situación, que permita a la nación ir resolviendo poco a poco sus principales problemas; y, por supuesto, quienes más tienen deben ser conscientes de que hoy su aportación es indispensable.

Si seguimos con la enemistad diaria y la crítica feroz no vamos a llegar a algún lado, además del desprestigio aún mayor de todas las fuerzas políticas y, sobre todo, del cansancio y la angustia de la gente que lo único que está sintiendo es inflación, desempleo y carencia de apoyo.

Cada día son más los que estamos y creemos que la única forma, antes de llegar a una solución autoritaria, es que haya altura de miras de los involucrados, que se sienten a dialogar y, junto con todos aquellos que están preocupados, logremos sacar adelante un acuerdo para que, como dice Rolando Cordera, lleguemos a “un piso básico de entendimiento de cómo estamos y por dónde queremos ir”.

Estamos todavía en tiempo de hacerlo, y cuanto antes mejor, por los millones de mexicanos que hoy ven el futuro con angustia, sobre todo los jóvenes.

Habría que hacer el esfuerzo.

SIGUE LEYENDO: La desigualdad mata