Combate a la impunidad

25 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Combate a la impunidad

enrique del val

Las elecciones del domingo pasado tuvieron sus claroscuros, y considero que algunos de ellos hay que ponerlos en su justa dimensión para saber lo que nos depara el futuro. Sin duda, un elemento importante fue la participación de la gente en los comicios. Se comprobó que a la población le interesó participar, a pesar de ser intermedios. Asimismo, conforme a los datos aportados por las autoridades competentes, las elecciones se desarrollaron en su inmensa mayoría en paz en todos estados de la República, con la participación de cerca de 50 millones de electores y más de un millón de mexicanos y mexicanas que actuaron como funcionarios de casilla. Esto fue claramente uno de los grandes éxitos de esta elección, en la que jugó un papel importante el Instituto Nacional Electoral.

Sin embargo, junto a este triunfo de la ciudadanía, hubo otros aspectos negativos que se desarrollaron durante la contienda electoral. El más significativo, a mi juicio, fue la violencia ejercida contra algunos candidatos; hubo asesinatos, heridos y amenazas que lograron que en varios casos de quienes las recibieron, dejaran de participar.

La mayoría de esos hechos, según los medios de comunicación, fueron adjudicados a los diferentes cárteles de la droga que actúan y, en muchos casos, gobiernan en parte del país. Lo que resultó sorprendente es que, ante los hechos violentos ocurridos, ningún candidato o candidata hubiera suspendido sus actividades, como dando por sentado que se tratara de hechos normales en este país.

Y, desafortunadamente, pareciera que así es pues, de acuerdo con los datos de la página en internet Tresearch Info, desde el inicio de este gobierno hasta el domingo pasado, habían sido asesinadas más de 86 mil personas.

Lo peor es que, aunque parezca mentira, todo indica que los mexicanos ya nos hemos acostumbrado a estos hechos y como he dicho, los asumimos como normales, cuando no debería ser así. Sobre todo en esta campaña electoral, porque si, como desde la máxima autoridad del país se reconoce que los carteles estuvieron presentes “y se comportaron bien”, es muy grave para el futuro de la gobernabilidad, ya que por primera vez deciden abiertamente inmiscuirse.

Hasta el día de hoy poco o nada se sabe de las pesquisas realizadas por las autoridades sobre los hechos delictuosos, que van desde asesinatos hasta intimidaciones, y sería muy grave que no fueran perseguidos como delitos de la mayor importancia pues, en caso de no hacerlo, lo dicho por los representantes del imperio, en cuanto a que más del 30 por ciento del país está controlado por las mafias, tendría sustento.

Aquí hay un problema muy serio y ya sería hora de que este gobierno dijera con claridad si va a combatir de una manera eficaz a esos grupos, para los cuales la política de “abrazos y no balazos” no ha dado resultado.

El gran riesgo que se corre es que dentro de tres años, cuando venga la elección presidencial, estos grupos indeseables y que persiguen otros fines actúen de manera abierta, como se ha visto en varios lugares y ha sido denunciado, de manera que puedan influir sobre quién debe ser el candidato o presionen por quién votar. Desgraciadamente estamos viendo que ya fueron propuestos o electos personajes que tiene cuestionamientos con la autoridad.

Los diferentes gobiernos tienen que actuar y consignar a los responsables, si no la impunidad que permiten se verá aumentada con el tiempo. Sería conveniente que las fuerzas policiacas y las militares se dedicaran con mayor ahínco a los temas del combate a los cárteles y grupos mafiosos, más que a dirigir la marina mercante o hacer aeropuertos.

La nueva composición de la Cámara de Diputados es un buen momento para que haya un apoyo decidido al gobierno en el combate a los grupos criminales que pueden perturbar seriamente al Estado mexicano en su conjunto y al progreso democrático del país.

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