El imperio renace

25 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

El imperio renace

enrique del val

Lo que está quedando claro en estos primeros meses del nuevo gobierno estadounidense con el presidente Biden es que el imperio quiere demostrar de nuevo su poderío ante el mundo, con algunas medidas que podríamos calificar como ortodoxas y otras como heterodoxas, pero todas en función de los intereses del vecino del norte.

De una gran actividad desplegada en muchos ámbitos, podemos resaltar algunas acciones que afectan a la relación con nuestro país; es de destacar el envío, por unas horas, a la vicepresidenta Kamala Harris, quien venía de regreso de visitar Guatemala, también por unas horas.

Los resultados de la visita no son extraordinarios y pareciera que más bien vino a decirnos cuáles son las preocupaciones de lo que, para ellos, es su patio trasero.

Entre las nuevas acciones conocidas está la creación de un grupo bipartidista para luchar en contra de la corrupción en el extranjero, apoyándose en la ONG Transparencia Internacional y que frecuentemente da información precisa de lo que ocurre en los países en ese tema. El asunto es que dan por sentado que ellos son los impolutos, sin tomar en cuenta que sus empresas y sus empresarios también son parte de ella.

En la reunión que terminó el fin de semana pasado en Inglaterra, donde estuvieron los líderes del llamado G-7, conformado por los países más ricos del mundo, quedó claro que el presidente Biden quiere retomar el mando sobre todos, con frases como la de “Estados Unidos ha vuelto a la mesa de negociación”, y con medidas, algunas de ellas espectaculares, como la de acordar la donación de mil millones de vacunas a los países más necesitados de aquí a finales de 2022, cifra que, aunque es bastante importante, se queda corta ante las necesidades que hay: según la Organización Mundial de la Salud, se necesitan 11 mil millones de dosis para inmunizar al 60% de la población.

Vemos que ya pasó al olvido la propuesta de la liberalización de las patentes de vacunas, iniciativa que en un inicio apoyó el gobierno norteamericano, pero sobre la cual ahora ha decidido callarse, seguramente a cambio de otras cosas ante la negativa de los ingleses, los alemanes y las compañías farmacéuticas.

Entre las acciones positivas y novedosas que han sucedido este mes con el apoyo estadounidense está el acuerdo de los ministros de finanzas, quienes se han comprometido a establecer un impuesto a las multinacionales de al menos 15%, lo cual, sin duda, es un avance en la lucha contra la evasión fiscal que hacen los más ricos.

Esta medida aparece casi al mismo tiempo que la difusión, por parte de la ONG ProPublica, de una filtración del servicio de impuestos estadounidense, el IRS por sus siglas en inglés, el cual da cuenta de la terrible evasión que hacen los hombres más ricos de Estados Unidos, como son los ejemplos de los señores Bezos y Musk, quienes ha habido años en los que no han pagado ni un solo dólar de impuestos. Pero al lado de estas medidas, el gobierno de Biden también ha presionado a sus socios europeos y canadienses para apoyar una, podríamos decir “nueva”, guerra fría contra la República Popular China; aunque el presidente francés se ha medio desligado de ella. Biden ha insistido de tal forma que el gobierno chino ya ha respondido con la aprobación de una ley de emergencia para sancionar a aquellos países que los agredan de cualquier forma.

Una vez más se comprueba que el partido demócrata, a pesar de algunas medidas correctas, sigue persistiendo en la visión de imperio y en querer dominar a aquellos que se le atraviesen.

Esta nueva situación debe ser considerada por nuestro gobierno, porque sin duda vendrán las presiones para reducir nuestra participación en varios campos, como es el de las vacunas, por ejemplo, con la República Popular China y con Rusia, con quien la administración Biden también está litigando.