Empiezo con una aclaración, el primer concurso consolidado de medicinas en México fue celebrado en 1980, es decir, hace más de 40 años y en él participaron las dependencias públicas, incluyendo a las secretarías de Defensa y Marina. No es, por lo tanto, algo muy nuevo.
Debido al fracaso de la compra consolidada que en sus inicios hizo la actual administración gubernamental, particularmente por la inexperiencia de los encargados de realizarla, ahora lo único que se les ocurrió fue pensar en que alguien de fuera se encargara de la tarea, y quién mejor que la ONU.
Así, contactaron a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, conocida por sus siglas en inglés como UNOPS, y en el mes de julio del 2020 el Presidente de la República firmó un acuerdo para la adquisición de 384 claves de medicamentos de patente en el mundo, por un valor de 32 mil millones de pesos, agregando que era parte del combate a la corrupción
Además, mencionó un decreto por medio del cual se simplificarían los trámites de registro sanitario, validando los registros y autorizaciones que tienen en sus países de origen, es decir, eliminado a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en sus funciones.
Por supuesto que la protesta de la industria farmacéutica nacional fue grande y sonora, pero al final han tenido que ceder y participar en lo que está haciendo la UNOPS. Del mes de julio para acá, hemos leído diversas comunicaciones y conferencias de servidores públicos nacionales y de la ONU; por ejemplo, las declaraciones recogidas por la prensa de la titular de la Comisión de Autorización Sanitaria de la Cofepris, quien reiteró que “no se va a inundar a México de medicamentos chinos o de mala calidad”. No sé qué opinará esta servidora pública de la vacuna que el gobierno mexicano está negociando precisamente con los chinos. Una vez más resalta la falta de oficio.
El representante de la UNOPS en México, Giuseppe Mancinelli, mencionó en octubre pasado que la compra de medicamentos se catalogó en tres grupos enfocados al abasto más crítico.
El primer grupo, que contempla los medicamentos de patentes, llegará en abril de este año; el segundo grupo, que son las medicinas contra el cáncer, llegará este mes; y el tercer grupo, que incluye los genéricos, llegará a partir también de abril. Además, informó que están desarrollando la planeación estratégica para pasar a un modelo multianual y asegurar su abasto hasta 2024.
Además, se nos ha informado que contrataron a la UNOPS para la asistencia técnica en el desarrollo del tren maya, en materia de diseño y proceso de adquisición de los trenes, así como para el diseño del modelo de negocio del servicio ferroviario.
Por lo visto, no sé si será un síndrome el considerar que por tratarse de extranjeros lo harán mejor que los mexicanos, sobre todo a partir de las consideraciones del gobierno de que todos los que han participado en adquisiciones en los gobiernos anteriores son corruptos y por ello la única solución es ver afuera.
Es una apuesta riesgosa, entre otras cosas, porque también en la ONU ha habido corruptos; por ejemplo, John Ashe, quien fue presidente de la Asamblea General y fue detenido por corrupción.
Nos faltan menos de 10 días para que llegue el primer envío de medicamentos, esperemos cumplan. Lo que sigue es distribuirlo en todo el país, pero hasta ahora no sabemos quién lo va a hacer, a menos que una vez más se recurra al multiusos ejército mexicano.
Como ya mencioné, considero que la apuesta de este gobierno está por verse. Confiemos que, por el bien de los millones de mexicanos que dependen de los servicios públicos de salud, se logre tener los medicamentos en tiempo, independientemente del costo final, que esperemos que la UNOPS, tan acorde con la transparencia, nos informe.