República carcomida

20 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

República carcomida

enrique del val

La palabra carcomida significa, según el diccionario de la Real Academia Española, “consumir poco a poco la salud, la virtud, etc.” y creo que esto es lo que está pasando hoy en nuestro país.

De conformidad con el gobierno estamos viviendo los peores días de la pandemia; esperemos que las predicciones optimistas del vocero gubernamental se confirmen y el número de infectados, y sobre todo de muertos, no lleguen a las cifras de otros países.

Si bien el tema de la pandemia y su evolución, así como el de la afectación económica y la posible salida de ella han llenado los comentarios en los medios de comunicación, hay otros hechos preocupantes que cada día adquieren mayor relevancia, aunque se pierdan en las columnas de los periódicos o en los comentarios de la radio y la televisión.

Uno de los principales se refiere a la actividad de los cárteles del narcotráfico y lo que están haciendo en estos días tan aciagos para el país.

Los datos son abrumadores, como el de que el mes de marzo fue uno de los más violentos de la historia, con homicidios dolosos que costaron la vida a más de dos mil quinientas personas, la mayoría de ellos producto de la guerra intestina entre sus diversas bandas.

Por eso resultan insultantes los videos, que han estado saliendo y difundiéndose masivamente, en los que las diversas bandas de delincuentes se dedican a repartir despensas a plena luz de día entre las comunidades donde actúan. Se trata de grabaciones muy bien hechas, tanto desde el aire como a ras de suelo, en las que se observa claramente cómo se mueven en convoyes de varias camionetas sin obstáculo alguno e inundan con las palabras de agradecimiento al líder de la banda por las despensas recibidas.

Esto originó un comentario del Presidente en una de sus conferencias matutinas, quien dijo textualmente: “aprovecho para decirles a los que están en las organizaciones que se dedican a la delincuencia, que he estado viendo que reparten despensas. Eso no ayuda. Ayuda el que dejen sus balandronadas, ayuda el que le tengan amor al prójimo”.

¿En verdad cree el Presidente que las despensas no ayudan? Por supuesto que ayudan, igual que el dinero que reparten sus servidores de la nación y quizás con mejores resultados, pues les entregan los productos casi en su casa.

Es decir, se hace un llamado al amor a los grupos que están violando la ley, que han matado sin distinción a enemigos, a elementos de las fuerzas armadas y de las diferentes policías y se pasean con sus armas sin temor a la mínima represión.

Tal es la organización interna y el control que esos grupos tienen no solo de las zonas donde operan, sino también de las diferentes empresas que les permiten proveerse de los productos sin el menor problema, lo cual quiere decir que seguramente están siendo extorsionadas.

Todo indica que el poder económico de estos grupos de delincuentes es cada día mayor y lo logran gracias a la inexistencia de un gobierno que los combata. ¿Dónde está la guardia nacional, las policías estatales y municipales que les hagan frente?

De hecho, el país hoy puede dividirse entre lo que gobierna el Estado y lo que gobiernan las diferentes organizaciones delincuenciales en amplias zonas, por no decir estados completos como Tamaulipas o Michoacán, que controlan las diferentes bandas ante la inoperancia gubernamental.

¿Se habrá dado cuenta este gobierno que los delincuentes ya le están ganando la clientela a sus servidores de la nación? Nada más hay que ver las expresiones de agradecimiento de quienes reciben la despensa. Estarán agradecidos con ellos siempre, lo cual hará más difícil la acción gubernamental para combatirlos, si es que algún día se animan a hacerlo.

Por eso, hoy nuestro país no es una nación unida donde rige la Constitución sino una república carcomida en su salud y en su virtud.