¡Sacudida la conciencia nacional!

20 de Abril de 2024

Ricardo Eguia

¡Sacudida la conciencia nacional!

Espíritu colectivo de verguenza, desencanto y desconfianza...pérdida de confianza en las Instituciones, desesperanza ante el imperio de la barbarie...lastimada su autoestima, desanimada, decepcionada e indignada la sociedad mexicana ya no tolera más los mismos cartabones, discursos, acuerdos y pactos cupulares que han conducido al país de ningún lado a ninguna parte.

Días nebulosos, de pesadilla, de desasosiego, de tribulaciones han provocado dolor, coraje y crispación social por la violencia e inseguridad pública desbordada; los catalizadores de la ira son aún más profundos ahora que se recrudece la certeza de que los poderes, los partidos, las policías y los organismos encargados de prevenir la delincuencia son solo aparatos desordenados, reactivos no proactivos y que todos los recursos económicos volcados en su “modernización” y profesionalización han sido infructuosos.

Constatar después de tantas promesas, discursos, propaganda, eslóganes, boato, y años de escenografías, que el enemigo de la sociedad mexicana que es la corrupción y la impunidad con su enorme peso aún está dentro del estado, de las Instituciones y de los partidos produce un enorme desencanto, frustración y rechazo que genera a su vez la percepción de haber sido engañados y de haberse infravalorado a los muchos para hacer prevalecer la perversidad de los pocos...

Inoperantes todas las políticas para dar seguridad a los mexicanos pues sigue descansando sobre dos pivotes execrables: Estado y policías aliados de la criminalidad.

Desgracia monumental de México son las policías de todos los niveles y colores pese a sus rediseños cosméticos que nunca lograron superar su conflicto crónico en el respeto a la ley y su enfermiza proclividad a pisotear los derechos humanos...En el código genético de las policías federales, estatales y municipales están los cromosomas para ser solo hordas uniformadas y como bestias agredir a la población a la más leve indignación de la autoridad y de los mandos corruptos que aunque les capaciten y les paguen decentemente siempre estarán adiestrados para morder, vejar y desaparecer a ciudadanos que ven como simple presa de cacería. Aún en el precámbrico la Procuración de Justicia...los Ministerios Públicos y el sistema de investigación forense rudimentarios, ni profesionales, ni honestos, ni autónomos y con entrecruces, entreveramiento con el crimen organizado fluyendo en las barandillas y en la integración desaseada de las averiguaciones previas ese líquido viscoso de la pestilente corrupción favorecedora de los acaudalados, de los influyentes, de los capos y de los recomendados por los diversos estratos del poder. Un tiempo nuevo imposible de tener lugar sin antes romper con esa oprobiosa degeneración, manipulación, impericia y el lodazal en que se hayan estancados los Ministerios Públicos Federales y del fuero común...imposible avanzar como país de leyes y civilizado mientras que en las Procuradurías de Justicia impere la hez y la canalla, la tortura, las arbitrariedades y el oscurantismo medieval en los métodos de investigación de los delitos...Ya no caben más excusas para seguir difiriendo el saneamiento a fondo y urgente de ese engrane fundamental para eficientar el esclerótico sistema mal llamado de “procuración de Justicia”.

Pero toda la simulación, la corrupción y el desenfreno tiene otra esencial correa de trasmisión en elPoder Judicial Federal y Estatal intocables y prepotentes infestados de Jueces y Magistrados venales coludidos con la delincuencia y donde la Judicatura como bestión burocrático cupular impone y sostiene a jueces, a Magistrados corruptos y en intrincada trama de complicidades dejan de fiscalizar, son omisos en los casos ostensibles, majaderos de enriquecimiento y nunca castigan a jueces, personal judicial y menos a Magistrados que se pavonean irrumpiendo desde lo grotesco al mundo de la impunidad recurrente haciendo totalmente nugatoria en este país la pronta y honesta impartición de Justicia y así imposible avanzar en la extirpación del cáncer avanzado de la corrupción judicial que también incide en el desbarajuste Institucional.

Lo decía sin circunloquios hace días el presidente de la COPARMEX: “Los mexicanos no confían ya en los gobiernos, ni en el Legislativo, tampoco en los partidos ni en el Poder Judicial, agregando que urgen partidos políticos y representantes populares íntegros así como de Instituciones que cumplan con la misión que les confía la sociedad...”

Es obvio que lo fundamental para abatir la inseguridad es vital la prevención de los delitos y como premisa insoslayable investigar y castigar a los delincuentes por igual a los de arriba (funcionarios corruptos y empresarios corruptores) como a los de bajo perfil...

Pero es el caso que este país carece de un sistema eficaz para fiscalizar el gasto público, evitar el desvío, el robo, el despilfarro y los subejercicios presupuestales...también se carece de organismos y herramientas de inteligencia eficaz, información oportuna, procesamiento de datos y coordinación para el procesamiento erga homnes y lograr condenas ejemplares para los delincuentes de élite, funcionarios de alto nivel así como los de abajo donde proliferan narcos y asesinos... ¡Un Estado disfuncional, corrupto, sin contrapesos y mecanismos obligatorios de rendición de cuentas que posibiliten la total transparencia de los actos de autoridad y de la gobernanza nunca podrá derivar en un estado civilizado!

Más que pactos rimbombantes, estruendosos, con iconografía de Disneylandia y pirotecnia verbal; incidir otra vez en costosas y burocráticas Comisiones anticorrupción no tiene sentido, urge si una Fiscalía especializada y autónoma para incoar los delitos de los servidores públicos así como unTribunal de Cuentas Públicas y estricta aplicación comprobable del presupuesto tanto federal como de los Estados y los Municipios...

Es impostergable cerrar los espacios a la discrecionalidad, a la desregulación en la asignación de los recursos públicos así como en la aprobación del presupuesto para evitar los “moches” y las “cuotas” para las cúpulas de los partidos políticos legislando un Código de Procedimientos penales para delitos de funcionarios públicos con severos castigos a quienes se apropien o desvíen recursos públicos e incurran en peculado, contratismo amañado y utilización delincuencial de información privilegiada en perjuicio de la Nación...

No más “lobotomía” masiva inducida ni más aletargamiento social hasta la siguiente tragedia; no más borrones y cuentas nuevas con solapamientos sexenales de atracos barbajanezcos a las arcas nacionales ni hacer caso omiso de las miles de recomendaciones emitidas por la “Auditoría Superior de la Federación” y con base en ellas en cualquier otro país de leyes hoy varios funcionarios de alto nivel de la “docena trágica” panista debían estar siendo sujetos a proceso, toda vez que es esa escandalosa impunidad cíclica la que influye en la total erosión de la confianza en las Instituciones, en la clase política y en los partidos.

La corrupción tolerada es causa de la deslegitimación de las élites en los gobiernos, así como de las cúpulas empresariales beneficiarias y de las castas partidarias que ante la conmoción nacional se niegan a atacar proactivamente las verdaderas causas de la podredumbre, tal vez porque están cómodos entre el caos que ellos propician con su dejadez o sus complicidades y también porque no tienen interés alguno en las transformaciones urgentes al haberse procurado sus propias vías de “salvación” en un país atenazado por el desorden, los embrollos, la incompetencia, las grillas, la aciaga descomposición, los jalones sin camuflar por el botín nacional que han llevado al país a la barbarie como antesala de la anarquía y de la ingobernabilidad.

Es una verdad incontestable que la gran corrupción y la ilegalidad viene de arriba y está siendo replicada abajo por las hordas criminales que además de seguir el mal ejemplo, ahora desatan las orgías de barbarie y salvajismo desde los mismos estratos del gobierno, en contubernio con las policías y el amasiato con los partidos políticos infiltrados, por lo que las sucias escaleras oficiales deben ser barridas desde arriba aplicando la ley sin distingos y no con más pactos no más comisiones ni elefantes blancos para dar chamba a más burocracia parasitaria que también pronto, tal como los “supuestos órganos autónomos” estarían cooptadas y rebasadas por esa misma corrupción.

Como sostiene el Nobel Paul Krugman, “la derecha plutocrática ya no debe oponerse a que el Estado haga las cosas de manera diferente y solo para protegerla en su enriquecimiento incesante con abandono permanente de las mayorías excluidas propiciando que la precariedad perpetua sea amenaza de la estabilidad y de la cohesión social”.

Estando inmersos en una crisis económica, crisis social, crisis de credibilidad, crisis de violencia y disfuncionalidad por la inseguridad; más allá de los intereses de partidos, de facciones y de camarillas ya no puede desatenderse la demanda por la renovación y la aplicación irrestricta de las leyes dejando atrás eslóganes, promesas, discursos huecos y la demagogia para dar paso a un nuevo proyecto colectivo consensuado...Todo menos seguir empantanados en la misma añeja, obtusa, draconiana y anacrónica ortodoxia anquilosante que tanto daño a causado al país.