Se diluye el lado “humano” de la guerra

24 de Abril de 2024

Se diluye el lado “humano” de la guerra

Tortura_tolerancia

La tolerancia a la tortura para obtener información militar creció 8%, revela encuesta de la Cruz Roja

Tortura_tolerancia

Francisco Pazos

En las últimas dos décadas la percepción sobre la tortura y la muerte de civiles en los conflictos armados cambió. La expansión de la violencia a través del terrorismo en naciones alejadas de las zonas de conflicto, por ejemplo, Francia o Estados Unidos, ha modificado la percepción en relación de los saldos que arroja la guerra entre la población civil.

Las consecuencias comienzan a percibirse como hechos inevitables, tolerables y aceptados por quienes habitan en países en paz, incluso una parte de la población ha comenzado a polarizar su postura frente a estos temas. Tortura_ilustracion

Así lo muestran los resultados de la encuesta People on War, aplicada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a más de 17 mil personas en 16 países, algunos cuyas poblaciones aún mantienen fresco el recuerdo que deja la guerra.

Desde 1999, año en que la encuesta se llevó a cabo por primera ocasión, la percepción en relación a la aplicación de tortura se ha modificado hacia una mayor tolerancia como método para obtener información militar relevante. Aunque todavía la mayoría de la población piensa que la aplicación de este recurso está mal, 66% de los encuestados así lo cree; sin embargo, el 27% respondió que esta actividad es parte natural de la guerra.

Más preocupante son los resultados de la pregunta relativa a la aplicación de la tortura en contra de combatientes enemigos, como práctica para obtener información militar relevante. El 36% consideró que es válido torturar a este tipo de personas si con ello se obtenían datos relevantes; a esto se suma otro 13% que dijo no saber y 3% que optó por no responder.

El análisis que hizo el CICR al respecto mostró que desde 1999, la tolerancia a la tortura como método para obtener información militar creció ocho puntos porcentuales al pasar de 28 a 36%; mientras que el número de personas que condenaron este tipo de actividad decreció casi 20% en los últimos 17 años.

La deshumanización

Por naciones, los datos muestran movimientos en cuanto condena y aceptación de la aplicación general de la tortura que responden a la situación social de cada población y a la cercanía que ha tenido con los conflictos armados.

Destaca el caso de Israel y Palestina, dos estados que han permanecido en conflicto desde 1948. En estos países, menos de la mitad de los encuestados condenaron la práctica de la tortura, mientras que 52% de los palestinos y 38% de los israelíes consideraron que su aplicación es parte de la guerra.

Fuera de las naciones en guerra se subraya el resultado de la encuesta en Estados Unidos, en donde 54% rechazó la aplicación general de la tortura, pero 33% la consideró parte de la guerra y 11% dijo desconocer el tema.

En contraste, se posicionaron las respuestas de sirios radicados en Líbano, de los que 73% de las respuestas condenaron la tortura, igual que los encuestados en Ucrania y Afganistán, dos naciones marcadas recientemente por la guerra en las que 80 y 83% de las respuestas rechazaron su aplicación.

La tortura en cualquier circunstancia y grado es un método ilegal que debe ser perseguido y castigado, apuntó la Cruz Roja. Refirió que su aplicación ha sido rechazada por 159 países que ratificaron la Convención de las Naciones Unidas en contra de la Tortura.

Con este panorama, en la encuesta se volvió a preguntar si las opiniones vertidas al respecto cambiarían al conocer estos datos, a lo que 44% de los participantes mantuvieron su postura y reiteraron que la aplicación de la tortura es algunas ocasiones es aceptable.

Otro elemento que llamó la atención al CICR fue la deshumanización en relación a la muerte de civiles y a los ataques al personal médico en campo o a instalaciones sanitarias para debilitar al bando enemigo.

Al respecto, el índice de condena al ataque de zonas urbanas en las que se ubican combatientes decreció casi 10% respecto a la encuesta de 1999, para ubicarse en 59% de los encuestados; mientras que la consideración como parte de la guerra se incrementó de 30 a 34%.

Sobre la atención médica, nueve de cada 10 encuestados dijo que cualquier herido o enfermo debe ser atendido sin importar el bando al que pertenezca; mientras que 82% de las respuestas condenaron el ataque a hospitales.