En diciembre de 2019, la subocupación en el país representaba el 7.7% de la Población Económicamente Activa (PEA), y para ese mismo mes de 2020, fue de 14.1%, mientras que el último dato de 2021 se ubicó en 10%, donde se observa una reducción pero no recuperación, revelan cifras del Inegi.
En 2019, la subocupación alcanzó los 4.3 millones de ciudadanos, en tanto para 2021, el número asciende a los 5.7 millones; un incremento de 32.6 por ciento.
Se considera subocupada a toda aquella persona que cuenta con un empleo pero tiene necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda.
De la subocupación que hay en México en el sector secundario, el 57.66%, es de la industria manufacturera; el 41.01% está en la construcción; y el 1.33%, se da en la industria extractiva y de la electricidad.
Para el sector terciario, del total de la subocupación, el comercio tiene el mayor porcentaje con 34.58% seguido de restaurantes y servicios de alojamiento, con 11.70 por ciento. Los servicios profesionales, financieros y corporativos tienen el 10.22%. Además, transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento arrojan 8.70%; los servicios sociales, 8.66%; y el resto se encuentra en servicios diversos.
En tanto, la tasa de desempleo se ubicó en 3.5% de la PEA, ya que de los 56 millones 943 mil 23 personas que la conforman, 2 millones 74 mil 141 no encontraron empleo. En el último mes de 2019, el número de desempleados era de 1.94 millones, por lo que en este rubro casi se alcanza la recuperación, aunque como se mencionó, la subocupación es aún alta y resta fuerza al mercado laboral del país.
Tener altas tasas de desocupación es un riesgo de perder esos empleos sí la economía no retoma velocidad, ya que los últimos datos de actividad económica muestran un debilitamiento y podrían repercutir en una contracción de 0.2% en el Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre según cálculos de ejecentral.
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