A medida que continúan las restricciones del gas ruso hacia Europa, la unión entre algunos de los países que la conforman comienza a resquebrajarse. Tal es el caso de Hungría, se posicionó en contra de las sanciones al energético ruso. El país ha informado que depende totalmente del suministro ruso, y toda propuesta hecha en la Unión Europea, ha sido rechazada porque no aporta soluciones para resolver el problema.
Esta semana, Peter Szijjarto, jefe de la diplomacia húngara, insistió en que “Hungría no aceptará la propuesta de la Comisión de imponer sanciones a Rusia, porque supone un problema y no ofrece una solución”, toda vez que bloqueó un sexto paquete de sanciones por este motivo.
Por este motivo, la nueva tanda de medidas de la UE, pensadas para aumentar la presión a la exrepública soviética, no tendrán el efecto deseado y hasta podrían jugar en su contra, ya que Rusia podría no tomarse en serio las acciones de Occidente para poner fin a la guerra.
Pero en opinión de Dmytro Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, si la Unión Europea no impone un embargo sobre el petróleo ruso en su próximo paquete de sanciones, la unidad del bloque en su apoyo a Kiev quedará rota. “Si el paquete se adopta sin un embargo al petróleo, creo que el presidente Putin hará una fiesta, porque será la primera vez que la unidad de la Unión Europea quedará rota debido a la postura de un solo país, Hungría”, acusó.
Cabe recordar que para imponer una sanción, la UE debe contar con la aprobación unánime de sus 27 miembros, algo que comienza a ser un problema.
Este jueves, el gobierno de Ucrania señaló que la armada invasora ha destruído más de 100 hospitales en Ucrania, lo que se suma a las acciones consideradas como “crímenes de guerra” cometidos por Rusia. Tras esta noticia, la UE prometió 500 millones de euros adicionales en asistencia militar para Ucrania, y el grupo de los G7 prometió apoyar a Kiev “hasta la victoria”.