Una mujer contra el ébola

19 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Una mujer contra el ébola

Liberia Ebola

A burial team in protective gear carry the body of woman suspected to have died from Ebola virus in Monrovia, Liberia. Saturday, Oct, 18, 2014. The death toll from Ebola will rise this week to more than 4,500 people from the 9,000 infected and the outbreak is still out of control in three West African nations, a top official with the U.N. health agency said (AP Photo/Abbas Dulleh)

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Abbas Dulleh/AP

Es médico de profesión, con estudios posteriores de maestría y doctorado en Infectología. Nunca se ha casado ni ha querido tener hijos. Para ella —al menos por ahora— su única pasión y a la cual le dedica la vida entera, es la respuesta medica de emergencia en zonas de desastre y la creación de políticas públicas de salud para prevención de nuevas infecciones y patologías.

Viaja como loca. Imparte clases, cursos, entrenamientos y está a punto de dictar esta conferencia; una más de tantas, pues tiene la agenda repleta, la quieren en la Universidad médica de la Secretaría de la Defensa de los Estados Unidos, lo mismo que en la Organización Mundial de la Salud.

Está agotada. Recientemente fue a ayudar al gobierno de Nigeria a la implementación de medidas emergencia de contención y tratamiento por un letal y progresivo brote de ébola que llegó de Guinea y que en menos de 60 días, ha costado la vida de más de 4 mil personas.

No se trata de crear pánico, dice claramente al iniciar su charla. El pánico y la ignorancia, son los principales combustibles de la muerte en cualquier epidemia, reitera. Lo que hay que hacer, es combatir a ambos, y eso se hace, con información clara y oportuna. Por ejemplo, que el mundo sepa que el ébola se contagia por entrar en contacto con sangre, orina, semen, excrementos, y fluidos corporales de una persona infectada y que esta sangre, orina, excremento o semen, pueden entrar al cuerpo únicamente por una herida o una mucosa: ojos, nariz, boca, vagina, etc.

Así, no hay pánico, agrega. La gente sabrá que el virus no viaja en el aire. Que puede uno estar en un avión con alguien enfermo y que no significa que vaya uno a morirse. Así hay información clara. Y la gente sabrá luego entonces, que para prevenirse de un contagio, no se debe saludar de mano, agrega. Porque es fácil que sin darnos cuenta, por ademanes naturales del ser humano, de pronto nos tallemos los ojos, o nos toquemos la boca. ¿Neurótica?, se pregunta en voz alta. Ojalá supieran la cantidad de enfermedades que podríamos evitarnos si nos saludáramos sin tocarnos. ¿Cómo evitar que el ébola llegue a cualquier país? En un mundo tan globalizado donde uno en tres días puede viajar del Congo a Amsterdam en avión, luego de ahí a Paris en tren, y luego a México en avión de nuevo, es virtualmente imposible evitar la propagación de cualquier enfermedad. Lo que se puede hacer, dice, es tratar de prevenirlo, minimizando el riesgo, tomando ciertas medidas gubernamentales, como las que están tomándose —tardíamente, agrega con pesar— en Europa y en Estados Unidos: 1) Instalar en toda frontera, aeropuerto y puerto, puestos de revisión profesionalizada, donde se haga un registro único nacional de personas que hayan estado en zonas de riesgo en los últimos 42 días (el doble del tiempo máximo de gestación de la enfermedad). 2) Que en tales fronteras, aeropuertos y puertos, se revise a estas personas y se les mida la temperatura corporal (temperatura alta es el primero de los síntomas), para en caso de presentar indicios, aislarlos de inmediato y llevarlos a recibir atención médica (entre que son peras o manzanas). 3) Si son asintomáticos, entregarles a estas personas, un tríptico con información sobre síntomas y un número telefónico a comunicarse en caso de que se sientan mal, haciendo hincapié en que por la atención medica inmediata, crecen mucho las probabilidades de sobrevivir. 4) Hacer un censo real y verificable de todas estas personas para hacerles una visita diaria al domicilio/hotel donde estén, y verificar su estado de salud y temperatura corporal.

Adicionalmente, termina la conferencia, hay que hacer campañas con la población más pobre, que es la más vulnerable. Hay que recordarles de lavarse las manos constantemente, decirles que no se debe comer carne cruda y darles un medio de comunicación que dispare cualquier alerta en caso de ser necesario. Eso, al menos, se hizo en Nigeria y se está haciendo en Europa y Estados Unidos. ¿En México?, le preguntan. No sé. Que yo sepa en México aún no hacen nada, o al menos no lo han comunicado.