Constitución moral vs. Constitución política

25 de Abril de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

Constitución moral vs. Constitución política

Algún provecho nada espiritual pretenden las Asociaciones Religiosas al querer modificar artículos de la Construcción Política de los Estados Unidos Mexicanos como el 3 y el 130, porque como están no llenan sus expectativas. No son todas las Iglesias, pero las que piden modificaciones miden fuerzas con organismos laicos y defensores de derechos humanos para ver hasta donde pueden llegar.

El 27 de marzo pasado el senador Américo Villarreal Anaya de Morena propuso crear un Consejo Federal que “fomente los valores, la formación cívica y la cultura de la legalidad”, tomando como base la Cartilla Moral que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador y que está en preparación, es decir, adicionar esto al Artículo 3 de la Carta Magna, lo cual a decir de algunos constitucionalistas, vulneraría la laicidad del Estado.

Con el pretexto de “reconstruir el tejido social de las comunidades”, el legislador de Tamaulipas propuso que el Ejecutivo cuente con estas herramientas para “combatir el detrimento de los valores institucionales y comunitarios”, en un trabajo conjunto que llevarían a cabo Gobierno y sociedad. Así, el consejo propondría y regularía reglas éticas, morales y cívicas de convivencia para que todos nos viéramos obligados a reflexionar sobre la circunstancias por las que atraviesa nuestro país.

No es nuevo el intento, Ministros de todos los cultos tienen aliados en todos los partidos. Y en todas las dependencias y son capaces de sobornar espiritual o materialmente a diputados y senadores con tal de lograr que sus deseos económicos y/o políticos se vea reflejados en una adición o en una ley a modo.

En abril del 2018, los entonces diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Carlos Iriarte Mercado y José Carlos Cabrera Ruiz presentaron una iniciativa para modificar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, todavía vigente aunque con artículos caducos, para que los Ministros de Culto y las Iglesias pudieran administrar y adquirir frecuencias de radio para difundir su ideología, no siempre ética o moral. La propuesta no llegó nunca al pleno, pero el intento ahí está.

Tampoco es nuevo lo de pedir estaciones de radio y de televisión para que las Iglesias difundan sus credos o pidan dinero, como sucede en otros países donde incluso hay investigaciones de lavado de dinero de procedencia ilícita de parte de evangélicos.

Desde el mandato de Carlos Salinas de Gortari los pastores de la Confraternidad Nacional Evangélica de México (CONEMEX), encabezada entonces por el pastor presbiteriano Juan Martínez Isáis, solicitó en uno de los pocos desayunos a los que fueron convocados a Los Pinos, un “permiso especial” para transmitir en las frecuencias existentes programas de contenido moral. Salinas obvio dijo que sí, pero nunca cuándo ni en qué estaciones. Aunque tenía todo el poder para hacerlo, la Iglesia Católica contaba nos sólo con el poder, sino con autoridad política para impedir ese espacio en cualquier frecuencia radial… y menos en televisión.

Años después, con el expresidente Vicente Fox Quezada los pastores se vieron más acotados para mendigar tiempos en las señales de AM y FM. El único logro fue transmitir una película en Televisión Azteca con mensaje bíblico costeado por una organización estadunidense a mediados de 2006, muy a pesar de las creencias religiosas pragmáticas de la pareja presidencial.

Con Ernesto Zedillo los evangélicos fueron ignorados y sólo en 3 ocasiones los recibieron por la puerta trasera de Los Pinos. Al ex mandatario nunca le interesó la relación más que con el alto clero. Cuando llegó Felipe Calderón las cosas cambiaron: más de 10 pastores le expresaron en distintos eventos su deseo de comprar una estación de radio; difundir valores en escuelas públicas; credencializar a los pastores para tener algo así como una “charola celestial” con la leyenda “se suplica a las autoridades civiles y militares den facilidades al portador de la presente para que desarrolle sus actividades ministeriales”; hace válidos sus estudios teológicos ante la Secretaría de Educación Pública para tener un reconocimiento académico, todo ello con cargo al erario y plasmado en sendas modificaciones a las leyes actuales.

Quienes hicieron creer a los evangélicos que la pareja formada por Felipe Calderón y Margarita Zavala eran “casi cristianos”, también los engañaron prometiéndoles cambios constitucionales para que las Iglesia tuvieran más “privilegios”. La mentira terminó el último día del mandato de Calderón. Y aunque Enrique Peña Nieto se comprometió a reformar la ley, también mintió religiosamente.

¿Y la Iglesia Católica? Bueno, el clero no necesita reformas para actuar. No acostumbra usar la oficinas de Asuntos Religiosos para llevar a cabo sus tareas. Le basta hablar por celular con el Gobernador de la entidad, o con el Secretario del ramo, o mandarle un correo electrónico para solicitar el apoyo Institucional y saltar el obstáculo legal que le impida imponer su terrenal concepto de “equidad”.

No hay evidencia para creer que la nueva Constitución Moral pudiera suplantar o contravenir algunos preceptos legales para imponer creencias o posturas religiosas, pero de que se está sondeando a la población, a los medios, legisladores, organizaciones y a sectores específicos y grupos Religiosos para ver que tan elástica es la Constitución no hay duda.

PALABRA DE HONOR: cada vez hay más videos donde se aprecia como los ladrones hacen de las suyas en casas, negocios, vía pública y transporte en la Ciudad de México. Cada vez son menos los delincuentes detenidos y consignados. Cada día hay menos policías que arriesgan su vida para protege a transeúntes, dueños de negocios y conductores de autos que son despojados de sus autos en plena avenida; cada día hay más descontento de colonos en todas las demarcaciones. Ley de la oferta y la demanda…