La religión detrás de las rejas

25 de Abril de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

La religión detrás de las rejas

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Los datos de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL 2021) que recién acaba de dar a conocer el INEGI indican que los varones son más participativos en actividades religiosas que las mujeres.

ENPOL revela que hay en el país 220.5 mil internos (94.3% de hombres y 5.7% mujeres). El 96% de los internos realizan actividades religiosas y casi el 66% de las internas asisten a reuniones espirituales. La encuesta no revela datos que podrían ser de interés púbico como la estadística de reincidencia de católicos, evangélicos y otros credos, al igual que el comportamiento de quienes asisten a unos y otros servicios religiosos al interior de las prisiones, como se hizo en algunos penales hace algunos años.

Hay Asociaciones Religiosas católicas, evangélicas y de otras denominaciones que llevan a cabo un trabajo altruista al interior de casi todas las penitenciarías y centros de detención del país, organizando jornadas médicas, educativas, de orientación legal, llevando comida, medicamentos y otro tipo de apoyos a los y las internas y sus familias. En penales del Estado de México y de la Ciudad de México se graficó con datos precisos.

Se sabía cuántos internos asistían a eventos que organizaban las Iglesias Evangélicas y cuántos a misas católicas. De ahí se revelaban también estadísticas que dejaban ver cuántos de ellos eran reincidentes y cuántos se reincorporaban a la vida excarcelaría. En esta ocasión las prácticas religiosas no fueron tan significativas. Los datos revelan otras actividades y actitudes de los internos: casi el 17% de los internos e internas dice haber sido víctima de discriminación al interior del centro penitenciario, de ellos aproximadamente el 18% por motivos religiosos.

En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el pastor Agustín Orozco Ratia, entonces dirigentede una organización llamada Confraternidad Carcelaria Nacional, consiguió el aval del entonces director de reclusorios capitalinos, David Garay Maldonado, para que un equipo de reporteros cristianos pudiera ingresar a los reclusorios y videograbar testimonios de los evangélicos que participaban en las distintas congregaciones que se habían formado en los penales. Hablaron entre otros, Gerardo Lepe, alias “El Lepillo”, quien ya era pastor de una congregación de internos. El entonces procesado fue uno de los lugartenientes del narcotraficante Rafael Caro Quintero.

También estaba cumpliendo una condena injusta Elvira Luz Cruz, famosa por haber sido acusada de asesinar a sus 4 hijos en 1982. Fue detenida cuando apenas sabía hablar español, pues procedía de una comunidad indígena en Michoacán. Antes de salir en libertad concluyó su bachillerato gracias al apoyo de grupos evangélicos que trabajan en las cárceles femeniles. De su caso se hizo una película llamada “Los Motivos de Luz”, donde se presentan hechos falsos.

Siguiendo con los datos de ENPOL: hay más mujeres de entre 18 y 29 años que varones privadas de su libertad. Casi el 95% de los internos e internas se asumen como heterosexuales. Un 12% de ellas señalaron que tuvieron un embarazo durante su reclusión, de ellas, el 20% indicó que ha tenido un aborto. El 44% señalan que el motivo de su reclusión es por haber sido “acusado falsamente” o implicado en la comisión de un delito que no cometió, mientras que el 41% se declara culpable. En la CDMX casi el 42% de las personas en reclusión están estudiando para obtener un nivel escolar, mientras que en el Estado de Sonora sólo lo hace el 8.8%. Aproximadamente la mitad de internos e internas reciben visita de amigos o familiares regularmente.

El 64.5% de los internos declaran haber sufrido violencia durante y después de su detención. Estas agresiones van desde incomunicación, hasta la violencia psicológica, sexual y física. A nivel nacional, la mitad de los entrevistados sostienen que comparten su celda con al menos otras 4 personas, mientras que el 86.5% dice contar con una cama propia. Casi el 6% de las internas en reclusión declaró tener hijos menores de 12 años viviendo dentro del centro penitenciario. Casi el 97% de estos nacieron en presidio.

Los datos de comportamientos y preferencias religiosos de los internos pueden constituir un parámetro para que las autoridades puedan reinsertarlos en la sociedad.

PALABRA DE HONOR: Toda una afrenta acaba de desatar el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, al declarar que tanto las madres como los padres de los niños que llevan a registrarlos ante un juzgado civil tienen el mismo derecho para poner primero su apellido y no necesariamente –como se hace de manera tradicional- el papá lleva la preferencia. “¿Acaso son superiores los padres a las madres?”, preguntó en un video difundido en redes. Para algunos Ministros de Culto, esto incluso es antibíblico pues “Dios creo primero al hombre y luego a la mujer”... y “el varón es cabeza de la mujer”, repetirán los tradicionalistas. No imaginan a un niño siendo bautizado primero con el apellido de una mujer. Ellas deben estar “sometidas” (a los hombres) como lo manda la Escritura, dirán.

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