Mujeres deciden no sujetarse

19 de Abril de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

Mujeres deciden no sujetarse

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El Senado de la República acaba de reformar el Artículo 1° de nuestra Carta Magna para consagrar el principio de “igualdad sustantiva” que asusta a algunas Iglesias y las predispone para continuar marcando la diferencia física, espiritual y sobre todo moral que hay entre hombres y mujeres. Ven una afrenta a sus conceptos bíblicos, pues no conciben que las mujeres estén en el mismo nivel que los varones y los suponen muy superiores, desde su muy particular perspectiva teológica machista, por cierto abunda en México.

El miedo eclesial proviene de una amañada interpretación bíblica que supone la supremacía masculina, toda vez que ‘existen múltiples ejemplos de dominio en el Antiguo y Nuevo Testamentos”, iniciando por el Génesis donde Dios crea al primeramente al varón y de una parte de él a la mujer, a decir de líderes pastores de Iglesias como la Católica, Presbiteriana, Adventista, Nazarenos, Testigo de Jehová y múltiples de origen Bautista y Pentecostal, así como nuevos grupos y algunos nichos identificados como ProVida.

Argumentan además que los principales protagonistas de “historias relevantes” del libro sagrado son varones como Abraham, José, Samuel, David, Job, Isaías, Daniel… incluso el mismo Jesús que escogió sólo a personalidades del “sexo fuerte” para continuar su misión apostólica. Y, a pesar de que la Iglesia mayoritaria en México ha dado preponderancia a la figura materna, el papel de ellas en la toma de decisiones esenciales al interior de su organización es raquítica: no existen pastoras, ni obispas, ni presbíteras…

En el ámbito protestante, salvo algunas excepciones, la mujer tiene cargos inferiores y sus argumentos de igualdad no son tomados en cuenta por los líderes, quienes a su vez están convencidos de que deben estar sujetas a los designios del varón quien cuenta con la supremacía en todo. Los Testigos de Jehová utilizan los mismos argumentos espirituales que los evangélicos. Están casados con versículos como los que usó Saulo de Tarso (Pablo) como “sus mujeres deben callar en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas…” (1ª de Corintios 15:27). Y de esos textos organizaron toda una teología que impide aún que las mujeres engañadas puedan divorciarse de sus infieles esposos quienes, en caso contrario, estarían en libertad de separarse si así lo desean, por el simple hecho de ser los “agraviados”.

Esa “sujeción” abarca -en esas congregaciones- la totalidad: marital, familiar, espiritual, económica, social, incluso política: el varón puede orientar (exigir) una preferencia partidista en un día de elecciones. En congregaciones indígenas de Chipas, lo he constatado, aún el 10 de mayo los hombres deben estar en la mesa esperando ser atendidos y después, las mujeres comen en el piso, no se pueden sentar juntos porque sería “una manera de decir que somos iguales”, comenta el pastor José Del Mar Santos, de una Iglesia Pentecostés de la zona de Los Altos: ser mujer, indígena, evangélica e iletrada es casi ser inexistente en cualquier padrón.

Los expertos no se ponen de acuerdo si una denuncia o queja ante CONAPRED o la Comisión de Derechos Humanos prosperaría a favor de una mujer que exigiera sus derechos de igualdad al interior de una Asociación Religiosa. Dice el profesor de la Universidad Iberoamericana, Ignacio Curvas, experto en materia religiosa, que en ocasiones ha habido este tipo de reclamos al interior de congregaciones religiosas y que sólo se han hecho exhortos a los líderes para que se contemple la posibilidad de otorgar derechos a las quejosas, a quienes se les ha negado el derecho de réplica, la libertad para expresarse, de ser votadas para ocupar un cargo, o para exigir una explicación por parte de sus líderes espirituales.

Pese a esto, hay grupos de evangélicas que no sólo están dispuestas a desafiar -lo han hecho en ocasiones y por ello fundaron y registraron sus propias Iglesias ante la Secretaría de Gobernación- las normas y ordenamientos de sus Asociaciones Religiosas y desde ahí encaran el machismo espiritual que prevalece en esos movimientos. Han comenzado a organizar grupos que apoyarán la candidatura de una mujer a la Presidencia de la Republica en el 2024. Van a propagar una fe con el mismo sentido que aprobó el Senado: eliminar los hechos que impiden el acceso de las mexicanas a más y mejores oportunidades de desarrollo y pronover, protejer, respeten y garanticen el principio de igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

PALABRA DE HONOR: El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), que se encarga de medir la pobreza en México, dio a conocer que los municipios que tienen el mayor número de porcentaje de su población en escasez, miseria y necesidad son Oaxaca, Chiapas y Guerrero, coincidentemente los que han experimentado el mayor crecimiento numérico de evangélicos en el país en la última década. ¿Será que entre los pobres es mejor recibido el anuncio de un nuevo evangelio o que los cristianos y sus líderes no hacen mucho por salir de la pobreza?

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