De poco sirvieron las advertencias que lanzó China el día de ayer ante la posibilidad de que Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, visitara Taiwán. Caía la tarde en la isla autónoma que el país asiático considera “una provincia rebelde”, cuando el avión de la demócrata aterrizó en el aeropuerto Songshan de Taipéi, generando así una airada reacción del gobierno de Xi Jinping, que consideró tal acción como un atentado a su soberanía.
“El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China está en alerta máxima y lanzará una serie de acciones militares selectivas para defender la soberanía nacional y la integridad territorial y frustrar la interferencia externa y los intentos separatistas de independencia de Taiwán”, alertó de nueva cuenta el gobierno del país asiático a través del ministerio de Defensa.
Casi de inmediato, aviones caza pertenecientes a China cruzaron el estrecho de Taiwán. El mensaje fue reafirmado con la difusión de un video en el que se muestra a soldados chinos en actividades como pilotando aviones de combate y listos para la lucha, antes de mostrar una escena de misiles que aniquilan varios objetivos.
Foto: AFP
La respuesta de Estados Unidos no se hizo esperar. “No hay motivo para que Pekín convierta una posible visita, congruente con la política estadounidense de hace tiempo, en un tipo de crisis”, declaró John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
A este mensaje se sumó el del congreso estadounidense, que a través de un comunicado, declaró que “la visita es parte de nuestro viaje más amplio al Indo-Pacífico, incluidos Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón, centrado en la seguridad mutua, la asociación económica y la gobernabilidad democrática”.
Sin embargo, eso no libró a Nicholas Burns, embajador de Estados Unidos en Pekín, de ser citado por el gobierno chino. “El movimiento es extremadamente indignante y las consecuencias son extremadamente graves”, detalló Xie Feng, viceministro de Asuntos Exteriores de China.
Momentos más tarde, el país sería apoyado por Rusia, que se cuenta entre sus aliados. “Tiene el derecho de tomar las medidas necesarias para proteger su soberanía”, dijo el Kremlin, que calificó la acción de Pelosi como una abierta provocación.
Y si bien la amenaza de un movimiento militar sobre Taiwan por parte de China se intensificó este martes, el gobierno de la isla autónoma aseguró que cuentan con la “decisión, capacidad y confianza” para protegerse.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, no dio más declaraciones, y la agenda de Pelosi en el territorio permanece en secreto, tal como lo fue su visita.
Visita de Pelosi tira mercados y dispara volatilidad
El nerviosismo continuó creciendo en los mercados financieros después de confirmarse la visita a Taiwán de la presidenta del Congreso de Estados Unidos. Los mercados reaccionaron de manera negativa ante esta decisión, tanto en el mercado europeo como en los asiáticos y en los de América.
El índice que mide la volatilidad de los mercados financieros, el S&P500 Vix aumentó 4.77%, y se sumó al de ayer de 7.08 por ciento.
Las monedas emergentes mostraron debilidad, con la de México tendiendo la mayor caída con 1.89 por ciento. El dólar cerró en 20.7843 pesos en el mercado internacional, su peor nivel en casi tres semanas. En bancos, el billete verde se negoció en 20.15 a la compra y 21.28 pesos a la venta, de acuerdo con datos de Citibanamex.
La Bolsa de Mexicana de Valores (BMV) perdió 1.02%, con una baja de 6.25% en las acciones de la minera Peñoles; América Móvil e Inbursa perdieron 3.54 y 3.10%, respectivamente, inmersas en la volatilidad. En Nueva York, el Industrial Dow Jones cedió 1.23%, y las acciones que más cayeron fueron las relacionadas a la industria y la tecnología. Caterpillar perdió 5.82%, e Intel un 2.57 por ciento.
En tanto, las bolsas de China registraron caídas de entre 1.5 a 2.37 por ciento. El euro, después de cierta recuperación el viernes y el lunes, este martes declinó 0.96% y cayó a 1.0165 dólares, un mínimo de una semana.
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