Virus y sismo pegan a los más frágiles

25 de Abril de 2024

Virus y sismo pegan a los más frágiles

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El epicentro del sismo de 7.5 grados que esta mañana cimbró al país se localiza en zonas que carecen de servicios médicos

San Juan Ozolotepec es uno de los 32 municipios de la esperanza que aún conserva Oaxaca; el índice de vulnerabilidad frente a Covid-19 elaborado por la UNAM le ha dado un nivel de riesgo muy alto, pero la situación tenderá a agravarse después del terremoto que esta mañana sacudió a parte del país y que tuvo sus mayores consecuencias en esta zona del estado.

La pequeña comunidad de 2 mil 600 habitantes no ha presentado ningún enfermo por el nuevo coronavirus hasta el momento, pero la poca infraestructura hospitalaria del lugar quedó gravemente dañada tras el sismo de esta mañana. El visualizador analítico del Inegi para Covid-19 señala que, hasta el 2018, no había ninguna unidad médica en esta localidad enclavada en la sierra sur de Oaxaca.

Además, la amenaza por Covid-19 se ha ido aproximando a este municipio que forma parte del distrito de Miahuatlán, zona que agrupa a otras 31 localidades, y en las que los casos activos por esta enfermedad suman 23 hasta el día de ayer.

El sismo también provocó que más de 120 personas, entre las que se encuentran adultos mayores y enfermos crónicos, tuvieran que abandonar su hogar en un edificio ubicado en la Unidad Habitacional Lindavista-Vallejo en la alcaldía Gustavo A. Madero, la segunda localidad con más casos activos por Covid-19 en el país.

Braulio y Nelly adquirieron su departamento poco antes del sismo del 19 de septiembre de 2017; se trataba de un lugar de dos habitaciones, cocina, sala y comedor ubicado en el cuarto piso del edificio número 52 de la Unidad Habitacional Lindavista-Vallejo, y que fue aprobado para su compra por un perito del Infonavit, quien no notificó a la pareja sobre los daños estructurales del inmueble.

Fueron otros vecinos quienes meses después les dijeron sobre el riesgo que existía en el edificio. El daño no era nuevo, en 2015 la legisladora local, Ana Juana Ángeles Valencia, presentó un punto de acuerdo en el que advertía sobre el peligro de desplome en 26 inmuebles de esta unidad habitacional, y entre los que estaba el número 52.

Genaro Núñez Villa, director de Protección Civil en la Alcaldía de Gustavo A. Madero, mencionó que el 15 de mayo se emitió una opinión técnica de riesgo del edificio 52, porque tenía daños estructurales, y que de inmediato se exhortó a la población a sacar sus pertenencias porque cualquier movimiento comprometía la estabilidad del inmueble.

Este conjunto de edificios tiene más de 50 años de construcción y se encuentra ubicado sobre “los Vados”, una falla geológica detectada en el Atlas de Riesgo de la alcaldía Gustavo A. Madero, y que corre a lo largo de la avenida de los 100 Metros, lo que provoca un polígono de riesgo ante sismos y otros fenómenos como lluvias fuertes.

Angélica Serna, representante del edificio e integrante de la Comisión de Participación Comunitaria, comentó que “las autoridades se comprometieron a dar atención al edificio y que eso se cumplió incluso con la pandemia, que aunque fue un parteaguas, no impidió que los trabajadores de la empresa contratada por la alcaldía continuaran realizando estudios que determinaron que había un riesgo importante”

La representante dijo que el 8 de junio, noche en que una tromba azotó a la Ciudad de México, se encontró una caverna en el subsuelo del inmueble, lo que provocó que la estructura se deslizara un centímetro completo en pocas horas y que las autoridades de la alcaldía tomaran la determinación de desalojar de inmediato.

Núñez Villa aseguró que derivado de esta situación, todos los vecinos recibieron el jueves pasado una notificación para
desalojar de manera inmediata el inmueble; sin embargo, algunos de los afectados dijeron que la situación de la pandemia, y la falta de recursos económicos derivada de ésta, les impidió encontrar un lugar para poder resguardar sus cosas.

Pero el sismo hizo que el desalojo fuera, además de inevitable, inmediato, ya que fracturó la cimentación y debilitó aún más la estructura del edificio al punto de hacerlo inhabitable, pues, según el director de Protección Civil de la alcaldía, presentaba fisuras de 45 grados verticales y horizontales, desprendimiento de acabados y una inclinación de 30 centímetros hacía el frente.

Los análisis de la obra hechos por la alcaldía apuntan a que el edificio no representa un riesgo para otros inmuebles, ya que se encuentra en una zona de jardines y estacionamientos, pero que tendrá que ser demolido para construir otro totalmente nuevo, lo que podría tener un costo aproximado de 50 millones de pesos, precisó Núñez Villa.

Pero el riesgo para estas 40 familias no ha terminado, ya que temen ser reubicados en albergues que no tengan todas las medidas sanitarias necesarias para prevenir el contagio de Covid-19. Angélica Serna hizo un llamado para conseguir hoteles en donde hospedar a los damnificados, especialmente porque se trata de “familias que quedaron sin hogar y que en su mayoría son adultos mayores, con algunas comorbilidades por lo que no pueden ir a un albergue.”

José Antonio Loza Castillo, vecino de la tercera edad afectado, pidió a las autoridades que den una fecha definitiva para solucionar el problema, ya que asegura que llevan años dándole vuelta al mismo asunto sin que haya una resolución definitiva.

Autoridades de la alcaldía se comprometieron a reubicar a todas las familias, pero dijeron que por el momento había refugios temporales preparados que contaban con todas las medidas sanitaras necesarias para impedir contagios, por lo que pidieron a los vecinos “desalojar hoy mismo sus viviendas, manteniendo la sana distancia y de forma ordenada.” Núñez Villa aseguró que, después de tomar sus pertenecías, podrían llevar a los damnificados al albergue Margarita Maza de Juárez, y que hay otros tres que se encuentran en la zona y tienen capacidad para 400 personas cada uno.

Ante el riesgo de enfermar por Covid-19, en una localidad con el segundo lugar en contagios a nivel nacional, los vecinos afectados pidieron el apoyo de pago de renta en otra ubicación mientras dura la reconstrucción. Las autoridades dijeron que habría que llegar a un acuerdo, pero la representante del edificio indicó que había una mesa habilitada en las canchas aledañas para recibir la documentación necesaria para este trámite.

Los vecinos recordaron que la remodelación del edificio 52, que se inclina diariamente dos milímetros y en el que los vidrios se han dejado de cambiar porque se truenan siempre, fue un compromiso que la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum hizo el 1 de marzo, día en que inauguró el puente vehicular que pasa frente a esta unidad.