En algún lugar de este país robaron la casa de alguien, asaltaron a alguien en la calle, lo atropellaron o lo mataron; los fenómenos de las violencias son muy variados y en una sociedad tan compleja como la mexicana, la inseguridad se convierte en la antítesis más palpable.
Las estadísticas reflejan datos duros, entre los que destacan que cada minuto se comete un delito en el país; en otras entregas he referido que, de cada 100 delitos, sólo uno llega a tener una sentencia condenatoria.
El Doctor Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, en una entrevista mencionó que la Guardia Nacional tendrá una labor titánica y que el déficit de policías en el país genera una expectativa de cuatro años complejos, para consolidar el proyecto de paz que ha planteado la 4T del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con un diagnóstico tan desolador parecería que no hay una posible solución ni en el mediano, ni en el corto plazo si no hay suficientes policías capacitados y certificados en competencias, y si cada competencia cuesta en tiempo de 4 a 6 meses de formación teórico-práctica. Entonces no tendríamos en el primer año de la 4T más que un saldo rojo. Sin embargo, como todo en la vida, siempre hay una luz al final del camino, una posible alternativa es hacer uso de la tecnología.
Las alertas ciudadanas se han hecho presentes, cuando el sismo de septiembre de 2017, y en otros países cuando han tenido ataques terroristas, ejemplo: Bélgica, España y Francia. En la actualidad, México es uno de los países con mayor número de teléfonos celulares per capita (por cabeza), es decir, que la mayoría de la población tiene acceso a aplicaciones, redes sociales, cámara fotográfica y de video, y con ello se pueden generar alertas ciudadanas muy locales, sólo hay que ser serios y responsables de la información que se genera.
En la mayoría de los países desarrollados, la población en general es la más participativa con las policías, sin demora proporcionan la información que tienen a su alcance. Ello ayuda para que los índices de impunidad se reduzcan, para que las investigaciones sean breves y eficaces. La clave es reducir la apatía ciudadana.
México, cuenta en las grandes ciudades con Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano, son conocidos como “C5”. En ciudades no tan grandes son “C4”, el reto es en aquellos lugares en donde no tienen ningún tipo de videovigilancia y que sólo es la policía municipal y estatal tradicional la que se encarga de brindar seguridad.
En esos lugares es donde la ciudadanía debe tener mayores protocolos personales de seguridad, complementados con políticas públicas de vigilancia vecinal, alarmas personales en los domicilios, perros vigilando los predios, asociaciones de condóminos proactivos, las aplicaciones en los teléfonos inteligentes y en caso de tener posibilidades económicas cámaras de circuito cerrado.
Las cámaras de circuito cerrado (CCTV), son el preámbulo para construir un C5, colectivo, como todo tiene sus pros y sus contras, sin embargo, lo más importante es dejar de lado la apatía y ser ciudadanos más proactivos.
El mundo global y desarrollado, en materia de seguridad es BIG BROTHER, los teléfonos inteligentes, generan información de todos sus usuarios, y la información esta en la mega data de compañías internacionales, lamentablemente, México no es desarrollador tecnológico, deberíamos de tener ese desafío académico, sobre todo para proporcionar más seguridad y menos violencias. Si el ingenio mexicano fuera en igualdad de proporciones, que se utiliza para introducir droga a Estados Unidos o para introducir el dinero y las armas de regreso a nuestro país, apuesto que el corredor de Silicon Valley estaría de Tijuana a Matamoros y no en San Francisco.
Las policías más importantes y respetadas del mundo cuentan con aplicaciones al servicio de la ciudadanía, los desarrollos son locales y obedecen a lógicas muy particulares. En el caso de México, existen esfuerzos como el de Mi Policía de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tiene la aplicación de ChecaAuto para verificar que los vehículos no tengan reporte de robo, etc. También se cuenta con la aplicación de PF Movil2, PF Ciber ambas de la Policía Federal.
Hay varios desarrolladores de seguridad para los datos personales y evitar robo de identidad para celular y computadoras, los ciberdelitos están en aumento y tampoco tenemos precaución en salvaguardar nuestra información y es parte de nuestro patrimonio. Actualmente la mayoría utiliza aplicaciones de transporte privado, es importante que siempre compartan sus rutas con algún familiar, para estar localizable o bien generar la ubicación del teléfono inteligente o bien para recuperarlo o bien para recuperar la información a distancia e inhabilitar el IMEI.
La ciudadanía tiene que tener su propia transformación respecto de la Seguridad y la tecnología; las autoridades, deben ser conscientes y responsables de la necesidad de modernizar, actualizar y tener al día sus aplicaciones y bases de datos para que sean útiles, así como la rapidez con la que se debe de tener acceso a la información del C5, hoy en día muchos delitos quedan impunes, por la lentitud en la fijación, procesamiento pericial de los videos del C5.
Que la autoridad responsable del C5 de un correcto uso y servicio, es lo que permitirá que la ciudadanía de acceso a sus CCTV para hacer más grandes las redes de búsqueda e identificación de los delincuentes, decía mi maestro Juan Francisco Durán Guerrero, no hay delito perfecto, lo que hay son malas investigaciones.
Nada mejor y fácilmente dicho, son los policías de investigación los responsables de hacer bien su trabajo y de forma rápida, sí se deja de fijar un video por más de 15 días la evidencia se pierde, entonces, los policías de investigación tienen que tomar en serio las herramientas tecnológicas, que la ciudadanía a pagado con sus impuestos y las que podría enlazar, a los C5 sí tuviéramos testimonio de que se hace un uso adecuado, lo mismo ocurrirá con el uso de aplicaciones, y en general de la tecnología, esas son cosas de forma que hacen fondo.