Los artistas de Pekín Sun Yuan y Peng Yu son conocidos por crear instalaciones artísticas controversiales en las que en ocasiones utilizan tejido adiposo humano o sangre real.
Esta escultura muestra a un ángel caído en forma de mujer anciana, con sus alas desplumadas y que parece estar durmiendo o quizá muerta.
Está hecha con gel de sílice, fibra de vidrio, acero inoxidable y malla tejida.
Los artistas declaran en su web de forma algo críptica el motivo del proyecto: resaltar la tensión y la transición entre lo sobrenatural y lo mundano. El “Ángel”, como se titula la obra, es un ser trascendente, que ha perdido sus poderes, incapaz de llevar a cabo la voluntad de Dios o de ayudar a aquellos que creen en su existencia.