Caídas

12 de Mayo de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Caídas

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Durante el año electoral el seguro contratado por el gobierno federal en previsión de la caída del precio del petróleo podrá salvar la hegemonía menguada del PRI.

Para la oposición en lo general la principal caída es la de sus capacidades de convertir en simpatías a favor las inconsistencias reales o aparentes del grupo gobernante.

Más complicado para la elite gobernante será persuadir a la opinión pública nacional de que la Presidencia de la República operó eficientemente en los primeros dos años de la administración que, para el momento electoral, se habrán convertido en 28 meses de gestión.

Para ganar la elección el PRI no necesita demostrar que opero eficientemente sino, simplemente, persuadirnos de que las opciones son peores.

Para ello cuenta con las propias inconsistencias de izquierdas y derechas.

La crisis de credibilidad se fue al alza y habrá de ajustarse con la enorme inversión en compra de imagen que inició con el año.

La caída de la imagen del liderazgo central del país, con Ayotzinapa como su paradigma más significativo, y habitante de la Casa de las Lomas, como una secuencia central del problema de apariencia o realidad de corrupción, ambas igualmente importantes para el caso de un gobierno comprometido a generar resultados, se solventará.

Los tropiezos en la Bolsa Mexicana de Valores, iniciados este lunes y que habrán de emerger con mayor constancia que en los meses previos, asociados con variables macroeconómicas y de carácter más subjetivo como la percepción de inversionistas nacionales e internacionales acerca de lo que ocurre en México, relevante como pueda inicialmente parecer en este 2015, no es determinante para impedir el triunfo electoral del PRI.

En el primer año posterior al 2014 en que vivimos el momentáneo y agudo colapso de los liderazgos de las principales autoridades federales y partidarias, las probabilidades de recuperación son más amplias que los riesgos que enfrentará el partido predominante.

Sorprendentemente, las oposiciones no pudieron convertir el declive del partido dominante en su ventaja. Están ante la tentación de generar campañas que pueden ser fácilmente reversibles: ¿acusar al gobierno federal de hacer lo mismo desde otros liderazgos?

En julio próximo, sí, me atrevo a decir, estaremos frente a un panorama que demuestra la profunda dependencia de los partidos opositores a los errores del gobierno y a su inhabilidad de generar un discurso clara y contundentemente propositivo y persuasivo para el conjunto de la población.

Las caídas más ruidosas apenas se asoman.

Aún no sabemos si serán de candidatos o de variables económicas.

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