La puesta en marcha de la Guardia Nacional significará el fin de los operativos emergentes en los que las fuerzas de seguridad andaban de arriba para abajo apagando fuegos; en cambio, su despliegue será permanente en cada región del país, y en las zonas prioritarias donde se requiera su presencia.
Así lo dio a conocer Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, durante la conferencia de prensa que este viernes ofreció para dar a conocer mayores detalles sobre los objetivos estratégicos y la actuación de la nueva corporación de seguridad.
De acuerdo con el funcionario, aunque la austeridad es uno de los ejes del actual gobierno, aseveró que en materia de seguridad pública se contarán con los recursos suficientes para “una operación austera, pero eficaz”, de la Guardia Nacional; que estará enfocado, entre otras tareas delineadas previamente en el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, al combate prioritario de delitos como asalto a transeúntes, asalto armado a transeúntes, robo a casas-habitación, secuestro, extorsión y robo de vehículos, a fin de garantizar, dijo, la paz y tranquilidad de la ciudadanía.
Por su parte, Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional señaló que uno de los principales cambios en la estrategia de combate a la delincuencia con la estructura policial de la Guardia Nacional es que el nuevo marco legal faculta a las Fuerzas Armadas para actuar de manera directa en las tareas de seguridad pública, y ya no como apoyo de las corporaciones policiales.
“Teníamos que depender de alguien, de un policía, que hiciera el informe policial homologado para presentarlo ante las autoridades. Si hacíamos el informe policial no era factible, aunque lo supiéramos hacer no era un documento válido; en la actualidad con esta estrategia, con estas modificaciones, sí lo vamos a poder hacer y sí va a ser válido el documento para presentar a los delincuentes ante las autoridades correspondientes”, destacó el titular de Sedena.
Jefes desconectados
A un día de que fueron notificados que serían los responsables de la Guardia Nacional y de haber intervenido por primera vez en la reunión del Gabinete de Seguridad, los titulares de la Coordinación Operativa Institucional y el eventual Comandante de la Guardia Nacional fueron expuestos por sus jefes políticos, el presidente López Obrador y el secretario Durazo Montaño, en una conferencia de prensa para responder cuestionamientos de la prensa sobre un tema que desconocían.
“Tengo 24 horas escasas de saber de mi nueva designación, de manera que de muchas cosas no estoy totalmente enterado. Ayer ya inicié un proceso de inmersión en mi nueva función y yo espero que en un tiempo muy corto pueda tener ya el conocimiento que creo que tienen, es más, muchos de ustedes creo conocen mucho mejor el desarrollo que lleva hasta ahorita lo que es la creación de la Guardia Nacional, y pido su comprensión si es que algunas preguntas definitivamente en este momento yo no tendría respuesta”, reconoció ante los reporteros, el general Luis Rodríguez Bucio, propuesto para comandar la Guardia Nacional.
Ante esa circunstancia el secretario Alfonso Durazo tuvo que ofrecer la mayoría de las respuestas, que por lo menos en lo concerniente a la parte operativa de la naciente fuerza de seguridad fueron un tanto desorganizadas debido a que varias de las disposiciones secundarias que regularán la actuación de los guardias nacionales aún se encuentran en el proceso legislativo de análisis para su posible aprobación.
En ese sentido el encargado de la Seguridad Pública federal refirió que la aspiración que se tiene al interior del equipo de esta Coordinación Operativa es lograr los consensos que fueron posibles en la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional, de tal forma que el paquete de cuatro iniciativas que ayer el propio secretario entregó a la Junta de Coordinación Política del Senado, merezca también la unanimidad de todos los partidos políticos.
A decir del funcionario, aunque se trata de una “aspiración ambiciosa” aseguró que percibió una apertura de todos los coordinadores de las fracciones parlamentarias, su disposición y su compromiso a construir en el tema de la seguridad, una especie de “zona de neutralidad política”.
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