franciscopazos@ejecentral.com.mx La estrategia metropolitana para abatir la contaminación medioambiental ha sido rebasada por un parque vehicular que suma más de 5.3 millones de vehículos. Si bien desde 1990 hasta 2014, pasaron de 281 a siete días en los que el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca) rebasó 150 puntos de Ozono y bajó a 97.5%, con la actualización de las normas oficiales 020 y 025 para la medición de la calidad del aire, hechas en 2014, se reveló dos años después que las estrategias metropolitanas para abatir la contaminación ya no resuelven estos problemas. Este escenario fue presentado el 6 de junio pasado por el Foro de Transporte Internacional (ITF, por sus siglas en inglés), órgano perteneciente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ante el gobierno de la Ciudad de México (CDMX), como parte de los resultados del informe Estrategias para Mitigar la Contaminación del Aire en la Ciudad de México. Desde 2013 se denota un revés en la tendencia a la baja que por más de dos décadas mostró el indicador del número de días con condiciones alarmantes de contaminación; en aquel año, el número de días con más de 150 puntos de Imeca fue 15, es decir, 11 más respecto a 2012, cuando registraron cuatro. La cifra disminuyó en 2014 y 2015, con siete y ocho días respectivamente; en 2016, el indicador volvió a repuntar hasta sumar 18 días con condiciones medioambientales que son “dañinas para la salud”, de acuerdo con la clasificación del Imeca publicada por la Dirección de Monitoreo Atmosférico, contrastada con los resultados que obtuvo el ITF. En la ZMVM, los vehículos particulares, de carga y de transporte público producen más partículas suspendidas PM 10 y PM 2.5; así como de óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, precursores para la formación de ozono. El informe apunta que al ser responsables de 80% de las emisiones contaminantes, las estrategias del gobierno de la Ciudad de México deben asegurar un óptimo control de las emisiones del parque de 5.3 millones de vehículos con procesos estrictos de verificación. La OCDE recomendó al gobierno local la creación de Ecozonas o el cobro de tarifas por circulación de acuerdo con las características de los vehículos o de las áreas geográficas de la capital. El organismo internacional consideró necesario extender la prueba con OBD, al ser un candado eficiente para evitar la corrupción cuando un particular aplica a una verificación para obtener los hologramas “0” y “00” con lo que puede evitar las restricciones para circular. La estrategia que garantice la eficiente medida de contaminantes para clasificar el parque vehicular debe contar con un reforzamiento legal que evite el bloqueo de sus beneficios ambientales con procedimientos constitucionales, como el amparo del Tribunal Administrativo, en febrero pasado, para que un automóvil sin OBD obtenga un holograma “0”.
Control de micropartículas
En los primeros días de mayo pasado, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera aseguró que ningún propietario de un vehículo particular tendría que someter la unidad a un proceso semestral de verificación física, como parte del procedimiento de verificación. Sin embargo, el documento que el jefe del ejecutivo local y su equipo recibieron unas semanas después, recomendó la revisión física, fundamental para garantizar la eficiencia medioambiental de los vehículos en circulación. De acuerdo con los resultados obtenidos del análisis, el control de sistemas como el de embrague, frenos o de los mismos neumáticos, no sólo contribuye a mejorar la seguridad vial, sino que influye en la cantidad de partículas tóxicas que un vehículo emite a la atmósfera como parte natural de su desgaste. Las partículas PM10 y menores como las PM2.5 son particularmente dañinas para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que la exposición prolongada a estos contaminantes puede afectar los pulmones, en los que puede llegar a las vías respiratorias bajas, e incluso dañar el corazón. La OMS comprobó que este tipo de partículas están relacionadas con muertes prematuras en pacientes con enfermedades cardiacas o pulmonares previas, además de provocar latidos cardiacos irregulares, agudizar el asma, disminuir la capacidad pulmonar, irritar las vías respiratorias, tos y dificultad para respirar. Por ello, la OCDE consideró que si los gobiernos incluyen revisiones periódicas en los procesos de verificación, se motivará entre la población la cultura del mantenimiento vehicular.
Las partículas emitidas por los procesos de desgaste son tóxicas y pueden representar hasta la mitad de las emisiones de PM10” cita el IFT.
Hologramas “000”
La revisión de las estrategias para combatir la verificación a través de restricciones para circular abriría la posibilidad para crear un Holograma “000”, para los vehículos con tecnologías eficientes para el control de emisiones contaminantes, como parte de las actualizaciones para el programa Hoy No Circula (HNC). La entrega de un holograma con más beneficios de los que ofrecen la actualidad, “0” y “00”, estaría restringida a vehículos particulares equipados con motores que cumplan con las normas Euro VI o su equivalente Tier 3, aplicable en Estados Unidos, establece la recomendación del organismo internacional. El análisis de la OCDE agregó que, si bien no es necesario integrar un holograma “triple cero”, sería deseable actualizar la normatividad que regula la entrega de los hologramas “0” y “00”, que están fuera de las restricciones para circular y que impuso la norma emergente NOM-EM-167-SEMARNAT-2016, vigente para los integrantes de la Comisión Ambiental Megalopolitana (CAMe). El estudio consideró que al ofrecer incentivos para usar cotidianamente el automóvil, podría fomentar la renovación del parque vehicular y “colocando restricciones más estrictas a los más contaminantes”, también aplicable a motocicletas. En tanto, la aplicación del programa HNC y la entrega de hologramas para restringir la circulación vehicular podría ceder lugar, gradualmente, a la aplicación de una región de bajas emisiones, que estaría vigente en todo el territorio de la Ciudad de México. Un proyecto de este tipo que fuera aplicable en la capital del país, requeriría, explicó el informe, de una implementación gradual que aplicara principalmente para los vehículos de carga y de transporte público que consumen diésel, y para los particulares que no cumplan con las exigencias de eficiencia para vehículos considerados “limpios”. De acuerdo con un cronograma de implementación que la OCDE desarrolló para el gobierno capitalino, la implementación de una primera etapa para una Zona de Bajas Emisiones podría desarrollarse en los siguientes tres a cinco años, en la que sólo se incluyan camiones de carga, microbuses y autobuses de transporte público con motores de diésel. En una segunda etapa, aplicada cinco y 10 años después, indica aplicar la restricción a todos los vehículos particulares y motocicletas, aunque el grupo de especialistas consideró deseable que el programa HNC siga vigente en casos de contingencia ambiental, entre otras medidas, como los cargos por congestión o el cobro de peajes. Otra estrategia que el reporte del ITF recomendó es la de reforzar el control de la velocidad de circulación en las vialidades de acceso controlado de la capital, así como en las autopistas urbanas de cuota. De acuerdo con el informe, dentro del rango de velocidad definido, “los vehículos tienen su mejor desempeño ya que las tecnologías de control de emisiones funcionan mejor”. A la estrategia se incluye la regulación de los espacios públicos y privados de estacionamiento forma parte de las recomendaciones que la OCDE, a través del ITF, hizo a la Ciudad de México para combatir la contaminación ambiental. La estrategia en este sector prevé modernizar los parquímetros mediante cobros diferenciados, de acuerdo con la demanda. En cuanto a los espacios privados, sugieren cambiar la norma para sitios máximos en desarrollos inmobiliarios. Algunas medidas han sido discutidas en la actual administración, como las Ecozonas, revisiones físicas a vehículos particulares o la implementación de parquímetros, pero fueron truncadas por el rechazo social y la falta de comunicación de los proyectos.