Desconexión y ruptura de los partidos políticos, de los Gobernadores y de las sometidas Legislaturas locales... Desconexión de la Constitución y de la población y ruptura con la legalidad y con la democracia elemental cuando con prisas, banalización anti-constitucional y sectarismo faccioso se legisla aberrantemente contra las candidaturas independientes...
Contra-reforma artera para obstruir, para bloquear y hacer nugatoria la participación ciudadana violando la premisa fundamental que se enmarca en la sentencia que reza: “Todos los ciudadanos mexicanos tienen derechos políticos inviolables y no solo aquellos que postulan los partidos políticos...” y que se fortalece con el ¡derecho ciudadano a ser electo democráticamente!
En los estados de Chihuahua, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Puebla, Hidalgo y Aguascalientes al menos por ahora, más los que aleves se sumen a esa cicatería, han ya iniciado una feroz embestida para obstruir, para bloquear la participación ciudadana fuera de los rígidos y manidos rituales de los partidos, aprobando una sobre-regulación electoral absurda que tuerce la reforma constitucional en materia electoral con feo rostro antidemocrático y clara gesticulación antropoide.
En este nuevo entuerto sustanciado en las infusiones pestíferas de lo turbio, lo inmoral y lo ilegal las Legislaturas locales hacen patente no solo falta total de independencia y de autonomía, sino que incurren en abierta complicidad y nefando contubernio con los Gobernadores para que estos hagan y deshagan a su antojo en sus Sancho (Panzescas) Panezcas ínsulas Baratarias y en ese territorio con grotesco autoritarismo e ínfulas de graffiteros pintarrajean con tintas feudalistas las paredes de la democracia real y para que siga siendo mero artificio ornamental contrapuesto a las exigencias elementales de la sociedad harta de ser engañada, utilizada y luego arrinconada después de cada elección.
Alguien dijo que si quisiéramos hacer una toxonomía de la rudeza antidemocrática verticalista, autoritaria, deberemos empezar por esos gobernadores que se empeñan en capturarla y si no logran ese grosero empeño proceder a desmantelarla o demolerla.
Los gobernadores obcecados o temerosos del escaso pero irrebatible avance de candidatos independientes se comportan como rudimentarias retroexcavadoras de la historia arrasando con los ideales de la población que reclama derechos, detesta la corrupción y exige calidad institucional con verdadera apertura democrática.
Erosionada o inexistente la separación de poderes, el disfraz democrático que usan en campañas los gobernadores ahora se lo quitan a la velocidad de cremallera sin importarles un comino que la gobernabilidad es mucho más difícil en momentos de crisis económica y que sus movimientos cavernarios pueden abonar a la inestabilidad o peor aún al colapso socio-político.
Debe exigirse a los gobernadores por el bien del país a que honren la reforma constitucional en los términos que fue aprobada y que dejen de manipular a las Legislaturas locales para torcer leyes y entrecruzar normas contrapuestas y que si esos enredos prevalecen, podrían determinar que toda la reforma constitucional en materia electoral se venga abajo.
En ese mismo contexto la pérdida de consensos y rechazo ciudadano por los partidos obedece al hecho de que no puedan dar de lo que carecen: No tienen o no respetan esquemas de elemental democracia interna en las nominaciones; desdeñan a sus escasos militantes; imponen y repiten a los mismos y de moda hasta a sus parientes en un perpetuo saltimbanqueo frívolo, arrogante, burlesco del sentir ciudadano y que ha degenerado en una mala calidad de la auténtica representación popular...
De acuerdo con “Latino-barómetro” los partidos se alejaron y se olvidaron de la población, salvo cuando la abruman con millones de spots para un remedo costosísimo de democracia ornamental y tercermundista, salvo también por los miles de millones de pesos que se despilfarran en esa ópera bufa estructurada para asaltar, para vampirizar los presupuestos y perpetuar en el poder a las mismas familias que se solazan pasando por la puerta giratoria del fundamentalismo partidocrático.
A-fuer de que los partidos se rehúsan a renovarse, a comprometerse con la sociedad y encabezar sus legítimas demandas, se muestran despectivos, indiferentes, ofensivos y prepotentes...se han encasillado en el tridente del ocio, tradición y negocio.
Este país carece de un sistema de partidos vertebrador de una economía diversificada, creadora de empleos estables, salarios dignos, educación y salud pública de calidad...son incapaces de atemperar las enloquecidas y fracasadas políticas neoliberales, sus crisis cíclicas inducidas con más atraso económico, más pobres, más desempleo, devaluaciones, fraudes tóxicos, deuda descomunal, desdén por leer siquiera los proyectos de Presupuesto de egresos y ni se tibian con los recortes que llenan de rabia a la población.
Ahora además, en lugar de garantizar las leyes que sus Senadores y Diputados aprobaron se convierten en destructores de la reforma electoral en alianza con los gobernadores mismos que soterradamente presionan a las obsecuentes Legislaturas locales coludidas contra el eslabón más débil de la cadena entre partidos y la estructura gubernamental que es la población profundamente agraviada.
Plausible y loable el manifiesto firmado por un nutrido grupo de personajes distinguidos que con sensibilidad y preocupación exigen no pisotear el derecho a decidir de la ciudadanía a participar por fuera de los partidos...esos partidos que hoy se despachan en las listas cerradas de amigos, parientes, compadres y testaferros en las plurinominales que prometieron reducir.
Encomiable también que el CEN del PRI haya interpuesto acción Constitucional ante la SCJN por el intento del gobernador poblano que en su lúdica exaltación de lo inútil y con torva vocación por la trampa sistemática también obstruya discriminatoriamente las candidaturas independientes...
Pero esa misma acción constitucional debería interponerse en todos los casos aún cuando ya existe un oprobioso precedente de la SCJN que en el caso de Tamaulipas aprobó el proyecto del Ministro ponente Juan Silva Meza al que no le parecieron excesivos los requisitos para los candidatos independientes aunque sean equiparables a los exigidos para conformar un partido político y que si no hubiera sido por el Ministro Arturo Saldivar que se opuso a constreñir los apoyos económicos para los independientes solo a los firmantes en las listas de adhesión ya que “eso sería, dijo, limitar las posibilidades reales de contender equitativamente y por ende nada razonable esa perspectiva anticonstitucional”.
De ahí que nada asegura que los gobernadores, los partidos aislados en torres apolilladas y lasLegislaturas locales como eslabones oxidados y chirriantes de una cadena antidemocrática se salgan con su capricho regresivo.
¡La ciudadanía debe luchar contra el monopolio de candidaturas por las cúpulas partidistas!
Debemos pugnar todos por la regeneración democrática e impedir se instale a perpetuidad la arbitrariedad...
Este país necesita una democracia representativa madura, firme, sin manoseos y eso empieza por evitar a toda costa que los gobernadores, partidos y legislaturas locales comparsa, atropellen de manera irreparable la reforma constitucional en materia electoral.
Ninguna resignación ante fallo discriminado anticonstitucional...Más allá de desahogos improductivos y justificadas muestras de indignación, todo ello debe convertirse en una fuerza inteligente, tenaz y constructiva que revierta las inercias de los malos políticos que son hoy un verdadero peligro público.
Debemos pasar del individualismo para crear una vibrante conciencia colectiva en defensa de esos escasos avances ciudadanos.
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