La bici tiene todo lo que un BMW no puede ofrecer: Areli Carreón

25 de Abril de 2024

La bici tiene todo lo que un BMW no puede ofrecer: Areli Carreón

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Para la activista la CDMX tiene gran potencial para convertirse en el Ámsterdam de Latinoamérica, pero esto no será sencillo

osantillan@ejecentral.com.mx

“De la mano de su padre, la primera alcaldesa de la bicicleta en la Ciudad de México, Areli Carreón aprendió a rodar. Tenía seis años y recibió sus primeras lecciones ciclistas en el Bosque de Chapultepec. Después en una bici Apache color azul cielo se apoderó de las calles de la capital, pero también en ella sufrió un accidente que la alejó de esta forma de vida.

Pero 18 años después, un viaje a Montreal, Canadá le reveló que la bicicleta podía transportarla a cualquier lugar. Tanto ama a la bicicleta que instruyó a sus hijos de 10 y 7 años para que su recorrido a la primaria lo realicen en bici. Sus 20 años como activista en pro de la movilidad no motorizada la llevaron a ser alcaldesa de la bici, un cargo honorífico que nació en Ámsterdam, Holanda. Y justo esta semana se realiza en esta ciudad la II Cumbre Global de Alcaldes de la Bicicleta, en la cual se anunciará la creación de nueve alcaldías en diferentes ciudades de la república mexicana. El movimiento se expande, considera Areli Carreón”.

Activista. Desde 1994, Areli se dedica al activismo ambiental al fundar la organización civil Bicitekas, que propone a la bicicleta como medio de transporte alternativo al uso del automóvil.

¿Por qué escoger la bici y no un BMW?

¡Ah! Porque la bicicleta es el vehículo del futuro. Es la única opción que te va a llevar de puerta a puerta, no sólo de una forma sostenible, sin contaminación del aire ni ruido. Además es gratuita y, encima de todo, es incluyente. Tiene todo lo que nunca jamás un BMW o Lamborghini te podrá ofrecer.

¿Uber o taxi?

Servicios de transporte integrados al transporte público. La versión privada del automotor sigue siendo muy costosa para la ciudad.

¿Qué eliges: el sistema ecobici o bici particular?

La verdad es que todas son bienvenidas, todas son necesarias y sirven a un propósito.

¿Cuál fue tu primera bicicleta?

Era una muy barata, una Apache de color azul cielo. Se la regalaron a mi hermana de Reyes Magos, pero yo la utilizaba. Con ella aprendí a andar en la calle y el primer accidente que tuve fue con esa bicicleta, entonces me pareció peligrosísimo hasta que fui a Montreal y ahí cambió toda la historia. Luego, cuando regresé de ese viaje me compré una Benotto roja, muy sencilla.

¿Al elegir la bici te enfrentaste a la resistencia familiar?

Hasta el día de hoy. Por ejemplo, mi mamá, cuando me embaracé, me dijo: ‘ahora sí te vas a comprar un coche porque vas a ser mamá y no tienes de otra’. Hizo hasta lo imposible para que yo cambiara mi forma de movilidad, pero superé la etapa más difícil, cuando mis hijos estaban bebecitos y ahora ya andan por sus propios medios y en la bici es mucho más sencillo todo.

¿La bicicleta es una herramienta que empodera a los ciudadanos?

La bicicleta es una herramienta de transformación social que libera las piernas, el pensamiento y, por supuesto, ayuda a construir las capacidades necesarias para cuestionar y proponer alternativas distintas hacia el siglo próximo.

¿Derogar las fotomultas, como lo propuso la jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, es un obstáculo para el ciclismo urbano?

Sí, en la medida que permite conductas abusivas, sobre todo en relación al exceso de velocidad, que es el principal factor de muerte de personas, no sólo peatones y ciclistas, sino también a personas en autobuses, en transporte público y en vehículos privados. Entonces, en la medida en la que no se sancionen estas conductas, que se permitan y toleren, pues la verdad, la posibilidad de tener un entorno seguro para estas otras formas de movilidad, se vuelve más complicado ganar esa confianza que necesitamos.

¿Con este tipo de mensajes hay confianza en que el gobierno de Sheinbaum apoye al ciclismo urbano?

La verdad, tenemos una gran esperanza puesta en la figura de Andrés Lajous, próximo secretario de Movilidad, porque yo que me he dedicado a esto en los últimos 20 años, puedo dar testimonio de que es el primer secretario del ramo que entiende perfectamente el tema de la bici y que entiende el tema de la movilidad urbana sostenible, y que también tiene un perfil y una preparación académica y una visión de avanzada.

Si ahora habrá un secretario de Movilidad que entiende del ciclismo urbano, entonces ¿la Ciudad de México se podría convertir en la Ámsterdam de Latinoamérica?

La Ciudad de México tiene un gran potencial por sus características, por lo mucho que caminamos, por la gran cantidad de personas que usan el transporte público. Realmente estamos mucho mejor de lo que nosotros sabemos cuando nos comparamos con otras grandes urbes. Hay que esperar y ver, porque mi propia experiencia me dice que no será tan sencillo; no se trata sólo de voluntad, sino de tener todo un equipo de trabajo y un entramado institucional que no se ha construido en los últimos 20 años y que no se va a construir en tres semanas, ni en un año o en dos. Va a tomar tiempo ver cambios profundos en la ciudad.

¿Qué esperan de la II Cumbre Global de Alcaldes de la Bicicleta que se desarrolla justo en esta semana?

Crecer y tener más alcaldes de la bicicleta en ciudades mexicanas es uno de nuestros objetivos. Será una jornada de trabajo intenso de talleres, de entrenamientos para construir las capacidades en cada uno de nosotros para incidir e involucrarnos en los diálogos públicos de nuestras distintas ciudades. Y en mi caso, traer nuevas experiencias a la Ciudad de México.

¿Van por más alcaldes?

Hasta el momento soy la única alcaldesa en México, pero estoy contenta de anunciar que al menos otras nueve ciudades mexicanas están en un proceso de acercamiento y evaluación en la búsqueda de elegir a un alcalde u alcaldesa de la bicicleta.

¿Cuáles son estas ciudades próximas a tener alcalde u alcaldesa?

No me las voy a saber todas, pero está Oaxaca, Durango, Mexicali, Metepec, Atlixco, Aguascalientes, entre otras. Son variopintas.

Entonces, ¿el ciclismo urbano en la capital, comparado con otros países, aún anda en rueditas?

Veo que ya tiene su propia velocidad, su propia inercia, su espacio y su fuerza gracias a las personas que pedalean, a un trabajo de muchos años en el que hemos logrado que el ciclismo urbano sea una cosa muy querida, defendida y demandada por los ciudadanos.