La conexión rusa

12 de Mayo de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

La conexión rusa

LUIS M CRUZ

1. Al mejor estilo de John le Carré, el novelista de espionaje y la intriga, están sucediendo las cosas en Washington, en donde el estridente estilo de gobernar del presidente Donald Trump ha hecho coincidir a tres poderosos intereses en su contra: el de los medios; de la comunidad de inteligencia y el de los demócratas.

2. Con los medios de comunicación, Trump ha chocado frontalmente. En el país en donde la Primera Enmienda protege la libertad de expresión, no le perdonarán haberlos definido como los “enemigos del pueblo”, que ha enconado a la opinión pública aún más. Como señalara el New York Times, ahora más que nunca la verdad es lo más importante.

Anfrentó a la comunidad de inteligencia al imputales la falta de veracidad y lealtad, responsabilizándole de la cadena de filtraciones en Washington y hasta de espiar durante la campaña sin ofrecer más pruebas que sus comentarios en Twitter.

Con los demócratas dinamitó cualquier bipartidismo útil, pues al demonizarlos y golpear abiertamente las políticas impulsadas por ellos les ha radicalizado como oposición política, como fue evidente en el discurso en el Capitolio, donde los republicanos le aplaudieron concertadamente ante el silencio de los demócratas.

3. De ahí que la cadena de revelaciones sobre la conexión rusa se ha propalado al punto en que está cercana la designación de un fiscal independiente para investigar la situación.

La cadena de implicados ha crecido. A la renuncia del asesor de Seguridad Nacional, Mike Flynn, le ha seguido el involucramiento del Procurador General Jeff Sessions, quien ha debido alejarse de participar en cualquier investigación relacionada con el tema, al aceptar que se reunió con el embajador ruso, Sergey Kislyak, en fechas comprometedoras, sobre todo en septiembre, cuando se dio el auge de las revelaciones de Wikileaks sobre la campaña demócrata.

El yerno de Trump, el influyente Jared Kuschner, aceptó también haberse reunido en diciembre con el embajador ruso, en la etapa de la presidencia electa. Para redondear, dos integrantes de la campaña republicana de menor nivel pero de singular relevancia al fungir como “enlaces” con los rusos, T.D. Gordon, director de Seguridad Nacional de la campaña republicana y Carter Page, miembro del Comité Asesor de la misma, han aparecido en el escenario.

4. La evidencia de la conexión rusa está a la vista, tanto que Trump decidió golpear a Obama con la fuerza de su cuenta de Twitter en una estrategia de distracción. Por lo pronto, los dirigentes demócratas en el Senado y la Cámara Baja exigen la dimisión de Sessions, el alejamiento de Kuscnher y el nombramiento de un fiscal independiente, algo que los republicanos resisten aún, pero podrían tener que ceder ante el peso de las evidencias, pues las revelaciones siguen y se temen aún más considerables. Parece claro que todo lo que se ha dicho podría ser cierto, inclusive que los rusos tienen material comprometedor de las visitas de Trump y Tillerson a Moscú cuando eran sólo empresarios exéntricos, como aquellos trascendidos de encuentros con prostitutas, de las mejores del mundo diría el propio Vladimir Putin. Sessions tendría que haberse ido al mentirle al Congreso bajo juramento, en tanto que el desenlace de la conexión rusa, al mejor estilo de las tramas de espías apunta hacia el fiscal especial y el impeachment. 5. En este contexto se ha percibido un relajamiento en el lenguaje hostil hacia México, pues en el Congreso, Donald Trump no habló de su pretensión de que nuestro país pague el muro y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, insinuó que es posible un acuerdo sensato con México, lo que ha traído consigo algo de tranquilidad al alicaído peso. Pentagrama es un espacio de opinión y estudio de la realidad, en el que se analizan, con enfoque prospectivo, los hechos de la política y del acontecer legislativo.

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