Felicidades a Máximo Bistrot

25 de Abril de 2024

Ana Saldaña

Felicidades a Máximo Bistrot

La semana pasada, Máximo Bistrot celebró con una deliciosa cena su quinto aniversario. Me encanta este lugar. Es reconfortante ver como en estos cinco años el restaurante se ha consolidado y alcanzado fama internacional dejando su huella en la escena culinaria. Pero a pesar del éxito, siempre se ha mantenido fiel al concepto que originalmente motivó a Gabriela López y a Eduardo García a abrir este espacio gastronómico: un lugar en el que se sirve buena comida local, de alta calidad y sustentable, ofreciéndole al comensal una oportunidad de disfrutar una rica comida en un espacio agradable con lo mejor de los productos estacionales.

Es una delicia ver cómo en estos 5 años su arduo trabajo ha sido recompensado, alcanzado una importante notoriedad. Han abierto otros lugares como Lalo! (en el ofrece un menú a menor costo), afianzado nuevas sociedades como los restaurantes Rokai y bueno en general recibido un reconocimiento por las destrezas culinarias de Eduardo, quien sin lugar a duda ha puesto su huella en la escena culinaria mexicana. Pero a pesar de todo el éxito, el Chef no cambia. Tiene alma de cocinero y siempre ha optado por hacer lo que más le gusta: estar detrás del fogón. Sin duda, en esta época de Chefs estrella, también habla de una vocación y claridad en enfocarse en lo que le provoca mayor placer en la vida.

Así, gracias a la invitación de unos queridos amigos, disfrutamos de una deliciosa cena en la cual colaboraron con Eduardo, Atushi Takanaka Chef del restaurante AT en Paris, Taku Sekine de Dersou en Paris y Rocío Sánchez de la Hija de Sánchez en Dinamarca, quien fuera Chef Pastelera en Noma. Además, la comida fue maridada con los vinos de Viña Garza.

Para empezar, nos ofrecieron tres entradas. Primero llegó a la mesa una tostada de erizo cocido con epazote, aguacate y salsa verde que estaba fenomenal. No me acababa el bocado, cuando llegaron un dúo de jugosos trocitos de cerdo cubiertos con una crujiente cubierta de tinta de calamar, acompañados de unas rodajas de trufa negra, y posteriormente un taco de un delicado mole, más picoso que dulce, servido con aguacate y abundante trufa negra. Todo esto acompañado de un vino blanco de la Casa de Viñas Garza 2014 que estaba fresco y ligero, ideal para abrir boca.

Como segundo tiempo sirvieron un kampachi con manzana y caviar, un arroz con una consistencia tipo risotto, preparado con un delicioso queso ahumado que le daba una fabulosa textura cremosa y terminado con trufa blanca. Ambos platillos acompañados con un Chardonnay Viñas Garza 2014 que le iba perfectamente con el cuerpo y suntuosidad que uno esperaría de un vino de esta cepa.

Después llegó Taku personalmente a servir una sopa Tom Yum fragante acompañada de morillas frescas y una cola de langosta tierna y dulce. Estaba deliciosa. La preparación estaba maridada con un vino tinto Amado IV 2006, que resultó mi favorito de la noche, por el perfecto balance de sus taninos y la fina madera que se sentía en cada sorbo. Sin embargo, en lo personal, tal vez hubiese preferido seguirme con la copa de Chardonnay para acompañar este platillo ya que sentía que la intensidad de sabores como el té limón, el delicado sabor de los hongos y la langosta, eran demasiado sutiles para un vino tinto con tanta personalidad, por lo que decidí saborearlo con el siguiente platillo que en el menú decía sería res.

Y para finalizar la parte salada del banquete, llegaron a la mesa unos humeantes trozos de res wagyu acompañados de una salsa de madeira, con puré de perejil. Tanto el Vino 2006 como el Amado IV 2007, le iban fenomenal. El vino más joven, como era de esperarse, en boca se sentía más ligero con taninos más potentes y con frutos rojos en lugar de los frutos maduros del 2006.

Para terminar, nos sirvieron una paleta de regaliz y chocolate. Estaba fenomenal y lo más impresionante era la textura, que se mantenía firme y sin derretirse, lo cual permitía saborear cada bocado, así como unos deliciosos y ligeros madeleines con un ligero sabor a naranja para cerrar con broche de oro acompañado de un Amado IV 2008.

Así, la cena, resultó toda una celebración per se. Sin duda, es un verdadero placer disfrutar de la creatividad conjunta de varios cocineros en una sola sentada y aún más, cuando la mancuerna resulta exitosa. ¡Le deseo a Máximo Bistrot, muchos más años más y que continúe cosechando el fruto de la dedicada y apasionada labor de sus dueños!

Espero que tengas un fabuloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

*** Máximo Bistrot Local Tonalá 133, Colonia Roma México Ciudad de México. Tel: 5264-4291