Inverecundia... ¿país estoico?

12 de Mayo de 2024

Ricardo Eguia

Inverecundia... ¿país estoico?

Ricardo

Como cuadro de Goya que pintó hambrunas, la guerra, los vicios, la locura y retrató los horrores con apego a la realidad del sufrimiento humano y el dolor en su desgarradora imagen a la vez tétrica y oscura, así hoy nuestro país es invadido de corrupción como la peste bubónica de la edad media colándose igual por todas las rendijas del poder con crematístico sadismo...

Cuitas, aflicciones, estancamiento, retrocesos, desventuras, violencia y el hartazgo palpitan y aletean en los aires de ingobernabilidad que borrascosos se arremolinan sobre un México trasterrado por el pillaje, la barbarie y el libertinaje de su clase gobernante que ha hecho de la más espantosa corrupción su hoja de ruta y práctica endémica que afecta toda la vida económica, social, política y legal al usar todo género de componendas y ardides como avenida para enriquecerse a costa del erario, realizar negocios turbios a través de imbricadas y tortuosas asociaciones y complicidades con grandes empresarios en pasmo y cinismo arrobado...

Desde el "Índice global de impunidad” que en el 2016 ubicó a México en el lugar 58 de 59 países evaluados empieza a transitar desde la burla y la contra-crónica el término “duartiano” y el verbo “duartear” con matriz en Chihuahua y Veracruz obviamente y al país como tierra de los “Bad-Gobers” como otra asfixiante mafia que acumula poder político y económico intimidante al estar relacionados con los cárteles de la droga que matan periodistas por encargo y así pretenden ingenuamente acallar las verdades de ese criminal maridaje hoy en boga inverecunda.

Y no es que sea la población mexicana la que se auto-flagele como en desmoralizante filosofía estoica o arrebato masoquista para haber abierto el territorio nacional al narcotráfico, a las mortandades y a la degradación de la vida en común por la violencia desbordada, proliferación de fosas comunes, desapariciones forzadas, secuestros, asesinatos, extorsiones, brutalidad y barbarie atizadas por el pésimo ejemplo de las castas empresariales y políticas que saquean con fiereza e imparable escalada de corrupción bicéfala flagrante e impune y con lo cual realizan cotidianamente la apología de los delitos de “cuello blanco” al amparo del poder político en simbiosis orgiástica con el poder económico.

A donde quiero llegar y perdón si esto aparece como contra-crónica del laberinto de la cleptocracia que de manera sesgada solo se le endilga (por mayoría de razón) al lumpen proletario delincuencial cuando el país está dominado por auténticos guerrilleros de cuello blanco enquistados en los grandes bancos, financieras, corporaciones, monopolios nacionales y multinacionales, empresarios de alto nivel, funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno y políticos enriquecidos en ese reciclado circense que les permite brincar de un trapecio a otro en grotesca farsa, engaño sistemático, simulación, auto-elogios, baños hipócritas de pureza purulenta destruyendo al país con sus prácticas delincuenciales, lenidad, incuria y rapacidad desaforada ejerciendo contra la población mexicana una violencia peor por su dinámica ruin enmarcada en una geometría corrosiva donde cohabitan la fealdad cruel, espeluznante similar a los de los guerrilleros montaraces que no paran en su festín sangriento como reflejo y “conducta espejo” de los guerrilleros oligarcas que se apropian del patrimonio nacional, evaden, eluden, realizan fraudes en obras públicas con vicios ocultos, sobreprecios en pestífero contratismo y licitaciones amañadas.

Ante lo reducido del espacio y muy a mi pesar empezaré a apretujar palabras.

¡Al decir esto no pretendo eludir ningún tema y solo aspiro que las modestas cápsulas de un ejercicio fugaz puedan avivarnos como sociedad y nos despierte de una atrofia secular!

Se molestarán algunos con lo que escribo pero ante la cruda realidad y las neuronas vacías de argumentos contra la verdad monda y lironda no tendrán otra opción que aceptar la verdad irrecusable de que el país está patas arriba por la inclinación enfermiza de las élites al caos, a la anarquía, al desorden y al saqueo del país como robolucionarios perfumados e insurrectos de la oligarquía infiltrados en las Instituciones del Estado, medrando, socavando el estado de derecho de por sí asaz incipiente, robando, defraudando y destruyendo a México, confrontándose con el colectivo nacional al repetir sus tácticas de brutalidad, barbarie financierista y salvajismo de un neoliberalismo rentista que trasvasa la riqueza nacional a los pocos terroristas de un capitalismo parasitario que pretende no hay conflictos de interés...sino interés en que haya conflicto.

Por ello me referiré sucintamente a las transgresiones y montajes que pretenden fuegos y atizan hornacinas.

Tal es el caso del triple dilema: ¿Militarismo sobre civilismo? ¿ más violaciones a la Constitución después de 10 años de hacerlo? ¿más poder y más gasto público a los militares por encima de la salud, la educación, infraestructura y al nuevo sistema de justicia penal? ¿abandono definitivo a la obligación del gobierno en sus tres niveles para no sanear, no capacitar y no fortalecer a las policías?

Ante el fiasco de la privatizadora Reforma Energética que tampoco pasa la prueba más elemental que le haga merecedora de ningún certificado de ética ni de transparencia; ante el largo y tortuoso proceso para postergar y mutilar el “Sistema Nacional Anticorrupción” al que se le quiere imponer “el pase automático” del actual titular de la PGR eludiendo mañosamente el nombramiento de un Fiscal autónomo e independiente y dejar al garete la elección de los Magistrados de las salas judiciales especiales se insiste por los expertos que la “Ley de Seguridad Interior” que se cocina en el Legislativo no es otra cosa que la clara pretensión de la clase política para blindarse de sus abusos y excesos detrás de las Fuerzas Armadas y con el “estado de excepción” dejar como en Colombia solo tierra calcinada y gobernando con ukases como en cualquier otro estado totalitario.

Por ello y a reserva de ampliar el análisis empecemos diciendo que desde su título es una anfibología...resulta tautológico pretender que la seguridad de un país no sea dentro de sus fronteras (al interior y no en el cosmos) y es pura fraseología redundante separar seguridad pública de seguridad interior ya que el primero es el término abarcante, totalizador que se aplica en la totalidad del territorio nacional.

¡Por otra parte nada dice la Constitución para suponer que las Fuerzas Armadas tengan nada que hacer en la prevención del delito, ni en la captura, ni en la consignación de los infractores de la Ley!

¡La Constitución delimita con claridad la misión de las Fuerzas Armadas y su misión “la preservación de la soberanía nacional y de la integridad del territorio nacional” , así como auxilio a la población civil en casos de desastres y por ende es responsabilidad de la autoridad civil impedir la militarización del espacio público y de la vida nacional!

La sanación del país no se logra con la militarización.

Por razones de espacio hoy solo enumero las deficiencias de la polémica y muy peligrosa “Ley de Seguridad interior”...

No establece protocolos para seguir y supervisar la activación de las Fuerzas Armadas contra el crimen organizado y que evite al máximo los abusos, los excesos y daños colaterales contra la población civil vulnerable...

Dispensa controles y acceso a la información posterior a los operativos que realizan...

No contempla ni de soslayo el respeto al nuevo modelo de Justicia Penal y las modalidades para las aprehensiones, asegurar la escena del crimen, las evidencias a preservar ni peritos que refuercen las averiguaciones previas.

No garantiza el respeto a los derechos humanos...

No hay una definición clara y acotada de lo que es Seguridad Interior...

No se explica ni hay claridad en torno a tiempos y formas para el uso de la fuerza militar, ni prohibición expresa de evitar usarla indiscriminadamente poniendo en grave peligro a la población civil y no evita la instauración del régimen de la fuerza bruta letal.

Dicen ambiguamente que “cuando el país” (que ellos desordenaron para saquearlo) tenga las condiciones de seguridad interior entonces se retirarán de las calles las Fuerzas Armadas regresando a sus cuarteles”, pero tampoco fijan tiempos ni evaluaciones precisas ni menos definen con claridad meridiana esos tiempos.

Diez años con las Fuerzas armadas en las calles no han mejorado el respeto a la Ley, ni el estado de derecho, tampoco ha mermado la corrupción oficial, no ha disminuido el trasiego de la droga, ni el lavado de dinero negro que las drogas producen, tampoco han dejado de sumarse decenas de miles de muertos sin investigar, ni los secuestros, ni las desapariciones, ni las fosas clandestinas y por el contrario se han multiplicado la violencia y el número de los cárteles pues el meollo del flagelo seguirá siendo los millones de adictos que se multiplican y la alta demanda de narcóticos desde los EU.

Militarizar el país es la última excusa de gobierno bipolar para abandonar la obligación Constitucional de proporcionar seguridad pública a los ciudadanos y proteger su vida, su integridad, su patrimonio, sus libertades y con la militarización perpetua del país incumplir con su obligación indeclinable de sanear, capacitar y fortalecer a las policías antes que nada.

¿Si el propio Secretario de la Defensa aceptó que las Fuerzas armadas no están capacitadas para realizar labores de policía ni de Ministerio Público agregando que tampoco les gusta hacerlo, a quien pretenden engañar testaruda, proterva y siniestramente los partidos en el Legislativo con esa burda capitulación para seguir condonando facturas sangrientas y para solapar una economía depravada que exige a la población “callar y morir ante nada que enterrar”? email: eguia.associates@gmail.com twiter: @REguiaV facebook: https://www.facebook.com/ricardo.eguiavalderrama?fref=

Te Recomendamos: