PARÍS, Francia. El eclipse total de Luna más largo en lo que va del siglo XXI teñirá de rojo el satélite de la Tierra el viernes, mientras que Marte, que se encontrará casi en su punto más cercano al planeta azul por lo cual estará especialmente brillante. “Es una coincidencia de fenómenos infrecuente e interesante”, declaró Pascal Descamps, astrónomo del Instituto de Mecánica Celeste y Cálculo de Efemérides (IMCCE) del Observatorio de París.
La Luna tendrá un tono rojizo, un poco cobrizo, y Marte, apodado ‘el planeta rojo’, estará a su lado muy brillante, con un tono ligeramente anaranjado”, explica.
En América Latina el espectáculo astronómico será visible en Brasil, Uruguay y Argentina, aunque el invierno austral de esa zona puede complicar la observación del fenómeno. Para que se produzca un eclipse de Luna tiene que haber una alineación casi perfecta del Sol, la Tierra y la Luna. Cuando nuestro planeta se sitúa entre el astro y la Luna, proyecta su sombra sobre nuestro satélite natural. El fenómeno completo (incluida la fase de penumbra) comenzará a las 17:14 horas en el Meridiano de Greenwich (GMT) y concluirá a las 23:28 horas GMT, eso lo hace el más largo de nuestro siglo. El momento más cautivador del eclipse, es decir, cuando la Luna estará completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra, durará 1 hora y 43 minutos. El otro protagonista de la noche será el planeta Marte, que estará a solo 57,6 millones de kilómetros de la Tierra (el mínimo de distancia se alcanzará el 31 de julio). Hace 15 años que la apariencia de su diámetro no es tan grande. Y habrá que esperar hasta 2035 para ver el planeta rojo tan cerca. A simple vista solo se verá un punto brillante, pero con lentes o un telescopio será posible observarlo en detalle.
“Miniluna”
Este eclipse “Es una réplica del acontecido el 16 de julio del 2000, que duró 1 hora y 46 minutos, convirtiéndose en el eclipse de luna más largo del siglo XX , señala Pascal Descamps. Se tratará del segundo eclipse total de Luna de 2018, después del ocurrido el 31 de enero. En aquella ocasión se trataba de una “superluna”, porque el satélite tenía la apariencia de ser especialmente grande. La del viernes, en cambio, será una “miniluna”, ya que se encontrará casi en el punto más alejado de la Tierra y dará la sensación de tener un tamaño menor, por eso, le llevará más tiempo atravesar el cono de sombra. Dependiendo de las condiciones atmosféricas y, especialmente, la contaminación, la Luna podrá adquirir un gris rojizo muy oscuro, o teñirse de un rojo más intenso si no hay partículas en la atmósfera. NR