No hay espacio para descender al detalle en todo, pero hoy presento algunas modestas propuestas iniciales que me permitiré complementar en la medida que las circunstancias lo propicien.
A manera de introito debo hacer alusión primero al pasado 7 de Junio donde quedó demostrado el hartazgo ciudadano que se hizo patente con un contundente “voto de castigo” y fragmentado para debilitar a la partidocracia...
Las élites partidistas en su mirada de corto plazo fingen no captar ese rechazo y hasta se muestran complacidos y de plácemes para fingir no ver esa realidad y así poder cooptar, postergar y hasta anular todo anhelo de cambio implícito en los votos depositados en las urnas.
Los números son contundentes y si se suman el abstencionismo, los votos nulos, las pocas candidaturas independientes determinan el tamaño real de las fuerzas políticas a nivel nacional de tal suerte que los porcentajes con base en el padrón (83.5 millones) los resultados son muy menores: PRI, 12%; PAN, 9%; PRD, 4.5%; MORENA, 3.5%; PVEM, 3%; MC, 2.5%; PANAL, el 1.5% y el PES, 1% lo que implica una regresión para todos los partidos y con ello reforzada la exigencia ciudadana de ya no dejar las decisiones trascendentes a las cúpulas y/o a las élites partidistas que pretenderán dinamitar el camino de los cambios como si las elecciones pasadas no contaran en el renglón de sus débito y de facturas por pagar.
Es pues este el momento más oportuno para que la ciudadanía a través de un conjunto amplio y plural de la sociedad civil donde se turfen las ONGs, el “CIDE”, el “IMCO” y otros organismos que han demostrado sensibilidad y agallas se sumen para que de manera creativa intervengan e incidan en la aprobación de un Presupuesto de Egresos para el 2016 sensato, equilibrado y realista evitando se impongan la rebatinga, los moches, la captura de rentas y el acaparamiento de recursos públicos por los grupos de poder político y económico en amasiato.
Que a tiempo intervengan para evitar que los recortes ($300,000 millones de pesos según dicen)afecten más a las mayorías y se aboquen para evitar se reediten los 130 o más nefastos programas de “supuesto apoyo productivo, generación de ingresos y empleabilidad” o lo que eso pueda significar, donde SAGARPA con sus padrones de terratenientes e industriales como beneficiarios, la Secretaría de Economía, la de Trabajo, Hacienda y la SEDESOL dispersan, desvían, malversan miles de millones de pesos en programas duplicados, redundantes que son refugio de pecadores pues en ellos se esconden todo género de triquiñuelas y corrupción que derivan en escasa productividad, rezagos, atraso y más desigualdad que son indudable fermento de la violencia.
Se debe evitar la “jibarización” del Presupuesto 2016 (jíbaros famosos por reducir cabezas) y este quede reducido a simples narraciones míticas de rebajas perjudicando a millones de mexicanos y alzas brutales para los grupos privilegiados de siempre aprovechando la llegada de Diputados novatos, improvisados y maiceados por las élites que como dóbermans querrán las mayores tajadas y así reiniciar el ritual del caos legislativo que hace imposible domar las bajas pasiones de los grupos de poder que se cuelgan de los presupuestos de manera incivilizada, pasional y patrimonialista y siempre bajo el astroso manto de la impunidad.
Aunque es decir lo obvio los recortes presupuestales no implican en automático mayor eficiencia en el gasto, se necesitan más evaluaciones y controles por parte de la “Auditoría Superior de la Federación” que hoy y mientras no se aprueben las leyes reglamentarias del “Sistema Nacional Anticorrupción” seguirá siendo esa fiscalización a “toro pasado” y cuando ya se consumó el atraco y los atracadores se dedican a obstaculizar tozudamente cualquier investigación por malversación y desvío de fondos públicos.
De ahí que una de las prioridades inaplazables es que el Congreso legisle sobre un sólido sistema para prevenir, fiscalizar, detectar y sancionar a los funcionarios públicos por responsabilidades administrativas y/o penales en el ejercicio de sus funciones...solo con ello se atacará el corazón de la corrupción.
Pasando a otro tema y sin temor al riesgo de la redundancia o al peligro de caer en el lugar comúndebemos enfatizar que las elecciones no fueron ninguna arcadia, que las leyes electorales son rupturistas, plagadas de pequeñeces insoportables y que deben reformarse sin dilaciones tortuosas porque en el fondo son solo otro mito medieval de la partidocracia.
La ciudadanía debe reforzar los contrapesos y evitar con presión colectiva que los partidos desoyendo el mensaje de las urnas mantengan las leyes barrocas y el laberinto de disposiciones electorales indeseables por antidemocráticas, burdas, canallescas y disolventes...
Es aquí y ahora el momento en el que debe avanzar la sociedad abierta, participativa que mal haría con bajar la guardia cuando persiste la cerrazón partidocrática y la amenaza intrusiva, excluyente, intolerante y perversa de frenar las mínimas ilusiones democráticas...
Es hoy el tiempo para la toma de conciencia colectiva de que es apenas el inicio de un camino donde no hay posibilidad de reversa...
De esta guisa, procede y debe presionar la población para que se modifique en el próximo período ordinario de sesiones la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales para disminuir el número de los plurinominales y evitar la reelección de estos para así devolverle a la sociedad el poder total de elegir a sus representantes, amén de que con esa reforma se reducirá el tamaño y costos de las Cámaras de Senadores y de los Diputados.
Coincidiendo con mucha gente pensante tengo para mí la plena convicción de que la figura de los plurinominales hace tiempo deberían de haber desaparecido pues ya no cumplen con los fundamentos que les dieron origen...
Los plurinominales son residuos tóxicos de otras épocas de rutinas e intransigencias que llenaron el ambiente de cólera y presiones que a su vez crearon la atmósfera propicia para la apertura política que no existía y requería “salidas de emergencia”.
Fue la “L” Legislatura federal la que les dio cauce a los justos reclamos de la época que exigía llevar a la lógica política de paseo y regresar con secreciones de dopamina y llave en mano para abrir entonces las pesadas puertas con goznes oxidados de la inmovilidad política creando entonces las Diputaciones de representación proporcional (no los pluris en el Senado, otra aberración más reciente y truculenta grosería de los partidos con los que se conculca el pacto federal)
Hoy son tantos partidos políticos más las candidaturas independientes que por unas rendijas estrechas y a pesar de los cerrojos, grilletes, candados y aldabas puestas como estorbos a la ciudadanía se empiezan a abrir paso a pesar de la zafiedad y rudeza camorril de las cúpulas partidistas y con todo ello dejaron de ser necesarios los plurinominales para una democracia realmente representativa, más aún cuando al no ser electos sino impuestos por camarillas, mecenazgos y padrinazgos quedan totalmente alejados de la vigilancia ciudadana así como de toda obligación de consultar previamente o explicar el sentido de los votos que emiten en favor de leyes la más de las veces reñidas o abiertamente contrarias a la población.
Es obvio que a los partidos rigidizados no les interesa el tema, pero la sociedad debe presionar pueslos plurinominales están de más y no representan a nadie, es más, son un verdadero estorbo para la ciudadanía que reinicia con vigor un proceso de depuración, limpieza de telarañas y ve con desagrado a los partidos reciclando a los mismos o a sus descendientes como en una monarquía hereditaria o para resarcir las pérdidas de malos candidatos de mayoría utiliza a los pluris como simple “cámara de compensación”.
Reducir a los pluris y evitar su reelección es “comulgar” con el sentido común, amasadas las “hostias” con la harina de la realidad nacional...Es un ejercicio democrático inaplazable pues los pluris representan el lado más oscuro de la partidocracia en cuyos sótanos se negocian esas posiciones plurinominales.
Los pluris se ubican en el marco del oportunismo político y sin obligaciones morales, éticas, políticas, ni sociales con el electorado...entran por la trastienda, por la puerta de atrás y se apoderan de escaños y de curules desde donde levitan y negocian sin el soporte de las urnas.
Implican los pluris el cero absoluto en materia de compromisos para superar el estancamiento económico por treinta años consecutivos; el combate a la corrupción oficial; la fiscalización en tiempo real del gasto público; la implementación de un estado de derecho hoy inexistente y que pudieran reducir la impunidad y la desigualdad inhumana que es el fermento de la violencia atroz que conmociona al país.
Representan los pluris la peor toxicidad de un sistema de partidos que ha llegado a su límite y que sobrevivirá si se refunda sin tantos plurinominales que han sido la escusa por donde se drena la posibilidad de adecentar a los partidos y de obligarlos a transparentar sus procesos internos y de rendir cuentas de los enormes recursos públicos que se les asignan con base en los padrones y no en los votos válidos que la población les niega cada vez con mayor intensidad.
Los pluris, valga el símil, son como los de las “barras bravas” que por connivencia los dueños de los partidos invitan a bajar de las gradas a tirar penaltis sin portero.
Ya basta de que a los candidatos de mayoría los partidos usen como “jornaleros” del voto para proteger aleve, ventajosa y por excepción la piel rosita y la exquisitez de los pluris que sin esfuerzo alguno detentan escaños y curules.- ¡A este país le urge legitimidad con verdadera apertura democrática! www.ejecentral.com email: eguia.associates@gmail.com twiter: @ REguiaV
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