De ahora en adelante el sector empresarial podrá saber que si reciben una invitación para cenar en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador y en el menú hay tamales de chipilín, la situación puede no pintar bien.
Son ya dos ocasiones en que el presidente López Obrador ha invitado a empresarios a cenar a Palacio Nacional, aparentemente, para solucionar temas de inversión e infraestructura. En primera instancia se pensaría que se trataría de una negociación en la que ambas partes ganan.
Sin embargo, en ambas ocasiones el presidente López Obrador ha optado por ponerle un sello característico a sus cenas, pues además de ofrecerles tamales de chipilín – un platillo tradicional de su natal Tabasco – opta por dar un giro a su relación con el sector empresarial.
Eran poco después de las 14:00 horas del miércoles 27 de julio cuando, previo a su cena con empresarios en Palacio Nacional, una tómbola y mamparas de la Lotería Nacional llegaron a la residencia del presidente López Obrador.
Ni siquiera en la mañanera de ese miércoles se había hablado sobre la reunión que sostendría con empresarios, entre ellos Francisco Cervantes, quien lidera el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que congrega a más de una decena de organizaciones del sector.
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Después de los trascendidos sobre la cena, el arribo de la tómbola causó sorpresa y curiosidad. La llegada de los niños gritones de la Lotería Nacional confirmó que habría una rifa, pero ¿de qué?
La primera ocasión que una situación así ocurrió fue en febrero de 2020 cuando el presidente López Obrador ofreció una cena en Palacio Nacional a la cual acudieron Carlos Bremer, María Asunción Aramburuzabala, Bosco de la Vega, Carlos Slim, Daniel Chávez, entre otros.
En esa ocasión el presidente López Obrador buscaba iniciar con la rifa del avión presidencial, heredado por el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, la invitación a participar se realizó mediante un “pase de charola” que contemplaba montos desde los 20 mil y hasta los 50 mil pesos “de manera voluntaria”.
Foto: Cuartoscuro
Con el temor de que ello hubiera ocurrido nuevamente, los empresarios fueron cuestionados sobre un nuevo “pase de charola” en la reciente reunión con el Presidente, hecho que negaron, señalando que los boletos aún no salían a la venta.
No obstante, en entrevista con Azucena Uresti en Fórmula el empresario Carlos Bremer reveló que se les presentó “una cartita” en la cual se les pedía promover qué hacer para comprar boletos de la Lotería Nacional, aunque aclaró que “era voluntario”.
“A mi me dieron un sobre donde venía lo que querían lograr, que si podíamos promoverlo y a qué cuenta había que aportar el dinero y todo”, indicó.
¿Los tamales de chipilín son el pretexto para el “pase de charola”? CJG
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