El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, aseguró que el multihomicidio de nueve personas, ocurrido ayer en Atlixco, Puebla, se trató de una ejecución entre bandas dedicadas al narcomenudeo, cuyas víctimas no eran originarias del pueblo mágico y habrían llegado a delinquir.
“Todo puede llevar a una definición: fue una ejecución entre bandas, de personas que llegaron a Atlixco para cometer delitos de narcomenudeo”, sostuvo hoy el mandatario poblano respecto a los hechos violentos ocurridos la noche de ayer, del cual se reporta que una persona logró sobrevivir, aunque se encuentra en estado crítico.
Sin contar con la identificación de las personas asesinadas o el móvil en concreto de los hechos, el gobernador adelantó que se había puesto en marcha un despliegue operativo en la zona conurbada, en el cual aseguró que contaba con la participación de autoridades municipales, estatales y federales.
“No vamos a dejar que Puebla se nos descomponga, no vamos a permitir que las bandas se empoderen, tenemos un gran equipo en la SSP estatal y en la Fiscalía de Puebla”, sostuvo Barbosa.
Al anticipar que “vamos a dar una respuesta fuerte”, aseguró que en su gobierno “la prioridad es garantizar la seguridad. Nos preocupa, pero no nos vamos a dejar rebasar. Estamos sólidos y con convicciones muy bien definidas sobre el papel que debe jugar la autoridad”.
Los hechos ocurren a unos días de que seis personas fueran asesinadas en Ciudad Serdán, también en Puebla, donde se advirtió que se trató de un ajuste de cuentas entre integrantes de una banda delictiva.
Al igual que en la localidad de San José de Gracia, en Michoacán, donde el pasado 27 de febrero al menos unas 11 personas —cifra reconocida nueve días después de los hechos por la fiscalía del estado— fueran asesinadas a plena luz del día durante un velorio, en un hecho en el que el gobierno federal y estatal anticiparon que se trató de un “enfrentamiento” entre grupos criminales rivales.