Un día después

17 de Junio de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Un día después

luis m cruz

1.

El mejor día después de las elecciones sería aquél en el que los votos se cuenten, se conozcan los resultados y las y los contendientes los acepten, como es habitual en la democracia contemporánea. Pero varias cosas apuntan hacia las controversias postelectorales, las que creíamos erradicadas en el desarrollo de nuestra democracia.

2.

El Zócalo y los debates han ocupado la atención de los medios y redes y la imaginación de los analistas, porque pareciera que las encuestas con las que se pretendiera sustituir la libre emisión del sufragio, han dejado de encantar a quienes las promueven. Las calles resuenan y cuentan una historia diferente, una historia de derechos y decisión de participar en el juicio al gobernante, que es lo que suele suceder en la democracia. Sigues o te vas, eso lo deciden los ciudadanos al emitir su voto, no las encuestas al pretender manipularlo. Ahora sí, la suerte está echada.

3.

Por más que la propaganda oficial y el manejo de encuestas alcahuetas han buscado hacer de las elecciones un mero trámite o hasta un chascarrillo, como si los pronósticos pudieran sustituir el ejercicio del voto, la contienda se perfila reñida, con amplias expectativas para los contendientes. Desde luego, el candidato de Movimiento Ciudadano se considera ganador al seguir menguando el voto opositor y pinta para arrebatar hasta 10% de los votos, en tanto que la Alianza por México cierra con ímpetu, castigada por la demoscopía, pero con posibilidades crecientes que bien pudieran dar la gran sorpresa y lograr el vuelco electoral. Por su parte, la candidatura oficial se sitúa en donde la pusieron, confiando en la fuerza del régimen y la campaña de Estado dispuesta para congelar los números y arrebatar el triunfo, si bien el fantasma de la manipulación mediática y el fraude técnico se han hecho presentes insólitamente desde el gobierno, al ser evidente el cúmulo de injerencias federales y de gobernadores afines, así como el ilimitado manejo de recursos, muy por encima del financiamiento público y los límites establecidos para el manejo de propaganda, acarreos, imagen y encuestas que sólo el poder y las sombras hacen posible.

4.

Serán, como lo vaticinan numerosas organizaciones civiles, las elecciones más grandes en la historia mexicana, quizá las de mayor participación, pero también las más controvertidas, con pronóstico reservado pese a la repetición goebbeliana de la hipótesis del “arroz cocido”.

5.

Pero… nunca ha sido posible ocultar el sol con un dedo. Al igual que María Amparo Casar en Los Puntos sobre las íes, acucioso arqueo de logros imaginarios en los últimos años, en “El invierno del Presidente”, –quizá ironizando El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez– Héctor Aguilar Camín plantea el contraste entre la fábula de Palacio y la dura realidad, versiones contrastantes de lo que pasa en la narrativa oficial y la realidad misma. En los hechos, dice el escritor, el actual es el gobierno con peores resultados de la democracia mexicana, el que más daño ha infligido a las instituciones, a la seguridad, a la salud, a la educación, incluso a la demografía con los trágicos resultados del pésimo manejo de la pandemia. López prometió terminar con la corrupción y con la violencia; regresar a los soldados a sus cuarteles; crecer 4% en los primeros años y 6% en los últimos, y acabar con la pobreza. Ahora, éstas son simplemente promesas incumplidas. Seis años después, México es el primer lugar en el Índice Global del Crimen Organizado, el sitio 126 de 180 en el Índice de Corrupción y el crecimiento económico del sexenio será de 1% anual. Las cifras duras dicen mucho más que mil palabras, tal como la ciudadanía lo constata de manera cotidiana. Es por ello importante el veredicto en las urnas de los ciudadanos. Respetar el resultado es lo más importante en la democracia para que un día después prevalezcan la civilidad, estabilidad y normalidad democráticas.

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