Los legisladores del Congreso de la Ciudad de México se enfrascaron en una discusión mientras se debatía la reforma de austeridad para el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), con la cual se buscan reducir áreas y, con ello, recursos.
Las distintas fracciones parlamentarias se enfrentaron después de que el diputado panista Ricardo Rubio, y la priista Maxta González, vicepresidente y secretaría de la Comisión de Asuntos Políticos Electorales, respectivamente, pidieron retirar el dictamen en el orden del día, tras argumentar irregularidades en el proceso para su presentación ante el pleno.
Los legisladores del PRI, PAN y PRD tomaron la tribuna del Congreso. Desde ahí, Ricardo Rubio aprovechó para pedir al presidente de la Mesa Directiva, el morenista Héctor Díaz Polanco, bajar el dictamen por ser “mayoría en contra”.
“Siendo mayoría, la diputada Maxta y yo, hemos tomado la determinación como junta directiva de retirar el dictamen del orden del día, así que con fundamento en el artículo 103, 192 y 193 del reglamento, le pedimos por escrito que se retire el infame dictamen que está destruyendo a México y a la Ciudad”, lanzó Rubio.
El dictamen en cuestión pretende diversas modificaciones al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales en la Ciudad de México, entre otras cosas, plantea que el Congreso aplique la asignación de su presupuesto necesario, pero sujeto al ingreso de la Hacienda Pública y a la Ley de Austeridad.
La oposición considera que esta reforma al IECM afectará a más de 100 empleados, pues de ser aprobada, se recortarán 52 millones de pesos anuales.
En respuesta al escrito que presentó la oposición, el diputado de Morena Temístocles Villanueva, presidente de la Comisión de Asuntos Políticos Electorales, desechó la solicitud y argumentó que para ser válida debe llevar su firma.
“No se me citó para discutir el tema, por lo tanto no es un acuerdo porque yo no fui parte del mismo, ni siquiera tuve la oportunidad a votar en abstención o en contra, entonces no es un acuerdo de ninguna manera”.
Tras la negativa, las discusiones se incrementaron, salieron pancartas y cartulinas que acusaban a Morena de “verdugos de la democracia” y al PAN de “hacer un circo”, pues estos últimos sacaron una bocina alternativa para dar sus propios posicionamientos mientras el presidente de la Comisión continuaba con la presentación del dictamen. EJ
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