Nobody: queremos más acción

25 de Abril de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Nobody: queremos más acción

alejandro aleman

Después de una ceremonia del Oscar absolutamente desastrosa por aburrida, solemne y carente de sentido del humor, es un respiro que una cinta tan delirante, violenta, absurda y bien filmada como Nobody (USA, 2021) llegue a las salas de cine.

Bob Odenkirk es el improbable protagonista de esta cinta de acción. El actor que le da vida al legendario Soul Goodman de Breaking Bad y Better Call Saul, sigue los pasos de Liam Neeson para convertirse en héroe de acción crepuscular.

Nobody es una especie de remake menos elegante pero igual de violento de John Wick (Stahelski, Leitch, 2014). Ambas películas comparten un muy particular gusto por las coreografías de pelea (tan emocionantes como imposibles) además, las dos cintas fueron escritas por la misma persona, el guionista Derek Kolstad.

Así, Hutch (un convincente Bob Odenkirk) es un hombre atrapado en una deprimente rutina familiar clasemediera. Pero, al igual que Viggo Mortensen en A History Of Violence (Cronenberg, 2005), Hutch posee un “particular conjunto de habilidades” que se niega a usar, hasta que un par de ladrones se meten a su casa y amenazan a su familia.

El ineludible pasado de Hutch como matón profesional resurge incontenible: sale a la calle armado únicamente con sus puños y su ingenio buscando a los malandros que se metieron a su casa. En el camino, hiere a un importante miembro de la mafia rusa: la mesa está puesta para un festín de balazos y persecuciones.

El guión no se anda con rodeos, sabe que lo que nos convoca son los trancazos y rápidamente nos sitúa en escenas de acción bien montadas, mejor musicalizadas y con un notable cuidado por los espacios, los encuadres y el ritmo.

El director de esta pieza, el ruso Ilya Naishuller, demuestra su experiencia dentro del género y su clara afición cinéfila, robando de aquí y de allá ciertas tomas (ese plano secuencia entrando a un club nocturno se lo robó a Scorsese en Goodfellas, la pelea en un autobús parece emular alguna en Joker, aquel cuarto de pánico parece sacado de la cinta del mismo nombre y esa naranja en la boca no es sino un guiño a El Padrino).

Esta cinta no cambiará el género ni mucho menos. Se trata de una película de buena manufactura y buen ritmo. Una B movie con presupuesto que hace un uso inteligente de sus propios clichés, buscando siempre emocionar sin atentar contra la inteligencia del respetable.

Nobody es cine escapista de la mejor calidad. La otra cara de un Hollywood que insiste en tomarse demasiado en serio. Que no se les olvide que al cine no lo salvó Tenet, sino Godzilla, y en menor medida, también esta película.