Es el Día Internacional contra la Corrupción, y paradójicamente, la última semana ha estado plagada de presuntas ilegalidades de funcionarios públicos. Para colmo, por séptima vez, así como lo leen, por séptima ocasión, Emilio Lozoya, el ícono de la corrupción en el sexenio de EPN, solicitó ampliar a 60 días el plazo para aportar pruebas por los casos Odebrecht y Agronitrogenados. ¡Ya chole!
Al gobierno que ofreció barrer las escaleras de arriba hacia abajo le han caído como bombas los casos de presunta corrupción de Claudia Sheinbaum, Irma Eréndira Sandoval, Manuel Bartlett, Felipa Obrador, Alejandro Esquer, Santiago Nieto, Armando Guadiana, Martín y Pío López Obrador…
Bueno, la cosa ha llegado a tanto que los soldados de plomo: Alonso, Gonzalo y Ana Paula no se han cansado de señalar a su tío-abuelo político, Gertz Manero, de haber encarcelado a su madre de forma ilegal. Alejandra Cuevas lleva 419 días encarcelada, pese a un amparo, y sus hijos ya presentaron una solicitud de juicio político contra el Fiscal.
Y qué me dicen de la regenta Sheinbaum, la delfín de YSQ. Esta semana, la diputada local, América Rangel, presentó una denuncia ante la Contraloría de la CDMX contra la jefa de Gobierno por posible desvío de recursos, al argumentar que está usando dinero público para que las encuestas levanten su popularidad, aunque falten años para 2024.
¡Ahhh! y diría la senadora Xóchitl Gálvez que corrupción también es que se hable de ilegalidades en el sector eléctrico y no se haya hecho pública una sola denuncia contra quienes saquean a la nación.
¡Ojo!, pues el lunes, luego de ser cuestionada por la senadora del PAN, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo que la CFE interpuso denuncias por “sometimiento y corrupción”. ¿Cuántas? ¿Ante qué instancia? ¿Contra quiénes? ¿Es un delito el sometimiento? Pues con esas dudas nos dejó Nahle, quien, por cierto, dijo que la ley no le impide a su compadre, Arturo Quintanilla, competir en licitaciones del sector energético. ¿Eso no es nepotismo?
En el Día Internacional contra la Corrupción no hay nada que presumir y hay mucho por hacer. Les recomiendo que vayan por un fuerte, o dos, o mínimo una concha por aquello de que las penas con pan son menos… Resulta que México obtuvo su peor ranking en la medición de “ausencia de corrupción” del índice Global de Estado de Derecho 2021.
En ese ranking estamos en el lugar 135 de 139 países, sólo hay más corrupción en Uganda, Camerún, Camboya y República Democrática del Congo. ¡Así como lo están leyendo!
“Aquí acabamos de hablar ahora de estos patrocinadores que sitúan a México como el país más corrupto del mundo, algo exagerado por completo cuando nos hemos dedicado a erradicar la corrupción”, contestó AMLO ante el indicador.
Además, el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC), desarrollado por The Americas Society/Council of the Americas y Control Risks colocó a México en el lugar 11 de 15 economías de América Latina a las que se les mide su eficacia para detectar, castigar y prevenir la corrupción.
Los medios hemos dado cuenta de las ilegalidades y también de la impunidad. Con decirles que hace poco se publicó que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha presentado mil denuncias por el uso ilícito de recursos públicos, pero sólo se tienen 14 sentencias.
Estamos lejos de dar buenos resultados. Y aguas, porque esta lucha es de todos.
Por la corrupción se quedan niños sin quimioterapias, mujeres sin medicamentos, estudiantes sin escuela, trabajadores sin sueldos, deportistas sin becas… No es momento de bajar la guardia, hay que barrer todas las escaleras, diario, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, de un lado a otro.
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