El Andrés Granier Melo regresó a Tabasco tras ser exonerados de las acusaciones de desvío de recursos y sus simpatizantes lo recibieron con aplausos, porras y hasta lágrimas.
Luego de cinco años preso en la torre médica de Tepepan, el exgobernador dijo que analiza junto con sus abogados demandar a todos los que resultes responsables por daño moral, incluido a su sucesor Arturo Núñez Jiménez.
Además, descartó buscar algún tipo de indemnización, pues lo que quiere es limpiar su honor y el nombre de su familia.
Voy a analizar con los abogados, como se dijo, contra quien debe proceder la demanda, porque cometieron una injusticia y yo quiero resarcir y limpiar mi nombre y el daño que le hicieron a mi familia, no con indemnizaciones ni nada por el estilo, eso va más allá", dijo a medios locales.
Andrés Granier recibió siete acusaciones por el orden federal y local, por peculado, defraudación fiscal e enriquecimiento ilícito, entre otros delitos, de los cuales fue absuelto.
En entrevista radiofónica, afirmó que los señalamientos que llevaron a su detención fueron producto de una confabulación entre el entonces presidente Enrique Peña Nieto y el gobierno de Arturo Núñez.
“Claro. Los dos. Estaban en juego las reformas estructurales, necesitaban apoyo de los congresos de los estados. ¿Por qué no sacrificar a Andrés Granier?”, dijo el priista.
En su primera aparición pública desde que salió de la cárcel, dijo que la entidad nunca estuvo en quiebra como quisieron hacer creer y afirmó que todo se trató de una venganza política.
Al final de la administración tuvimos un problema financiero de recursos que faltaron para Salud. Era más el gasto que el dinero. Dejamos 700 millones para proveedores. Ustedes y dos diarios más publicaron esa información. Yo no dejo deudas a pensionados, no hubo problemas con salarios. Lo que quedaron fueron deudas a proveedores que se iban a pagar con los 700 millones de pesos”, agregó.EM
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