La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos invirtió en una empresa de biotecnología que está dedicada a “resucitar” al Mamut Lanudo y al Tigre de Tasmania.
Aunque no se conoce la cantidad que ha invertido en Colossal Biosciences, con sede en Dallas, Texas, se sabe que la entrega de los recursos se enmarca en la Orden Ejecutiva el presidente Joe Biden sobre el Avance de la Biotecnología y la Innovación en la Biofabricación para una Bioeconomía Estadounidense Sostenible, Segura y Protegida.
Estados Unidos tiene el interés de apoyar la biología sintética a través de la financiación inicial de empresas innovadoras y la formación de científicos e ingenieros para estar a la vanguardia, como informó el portal In-Q-Tel.
Según este medio, Estados Unidos se dio cuenta de una nueva realidad “en un punto crucial de la historia, donde los problemas transnacionales (pandemias, cambio climático, crecimiento de la población, migración humana) se cruzan con la competencia de nación a nación que aumentará el potencial de conflicto global en las próximas décadas”
Mamut y tigre existiendo de nuevo
Ante la justificación de la financiación Del proyecto, Colossal Biosciences ha declarado que su objetivo es “ver al Mamut Lanudo tronar sobre la tundra una vez más”. Los fundadores George Church y Ben Lamm no solamente consiguieron dinero público trasferido por la CIA, sino que tienen una lista de financiadores e inversores de alto perfil como Peter Thiel, Tony Robbins, Paris Hilton, Winklevoss Capital.
El más reciente inversor es justamente In-Q-Tel que financia nuevas empresas tecnológicas con el potencial de salvaguardar la seguridad nacional.
“¿Por qué el interés en una empresa como Colossal, que se fundó con la misión de ‘des-extinguir’ al Mamut Lanudo y otras especies?” Se trata menos de los mamuts y más de la capacidad, respondió la empresa.
Para revivir a los dos mamiferos, Colossal utiliza la edición de genes CRISPR, un método de ingeniería genética que está basado en un tipo de secuencia de ADN natural. Es decir, secuencias genéticas que se presentan por sí solas en algunas células bacterianas y que actúan como un sistema de defensa inmunitario, lo que permite que la célula detecte y elimine el material viral que intenta invadir.
Esta técnica de edición de genes se desarrolló para funcionar de la misma manera, lo que permite a los usuarios cortar genes no deseados y programar una versión más ideal del código genético.
En otras palabras, a la CIA no le interesa ver a un Mamut Lanudo o Tigre de Tasmania caminar sobre la tierra de nuevo, sino esa tecnología que es como una tijera genética, capaz de leer, escribir y editar material genético. Con esta herramienta Estados Unidos podrá “establecer los estándares éticos y tecnológicos” para su uso.
¿Podrá Colossal, con el respaldo de In-Q-Tel cumplir sus promesas? En tanto eso ocurre, se puede señalar que la lucha por establecer estándares éticos, científicos y tecnológicos se ha recrudecido ante el ascenso de China y Rusia como “jugadores” relevantes en el tablero mundial. DJ
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