Había una vez un pueblo primitivo que creía que podía encontrar la figura de todos sus males, fuera de ellos mismos. Si había hambre, ¿no era culpa de alguien más? Claro, la desgracia siempre tiene que tener una explicación, un rostro. Así comenzaron creyendo que las nubes eran malditas porque traían rayos y truenos. Pensamiento primitivo, dijeron algunos de ellos. Luego entonces, los jefes argumentaron que las nubes no podían haber actuado solas. No puede ser que estemos a merced del azar, de incomprensibles variables. Un iluminado explicó la situación con una reluciente nueva verdad: dioses malignos los jodían arbitrariamente, deseaban arruinarlos y utilizaban los rayos como herramientas. ¿Pero por qué? Por envidia. Por ojetes. Por ponernos retos a superar. O porque sí y la causa era tan compleja, que no cualquier podía comprenderlo. Esa sociedad primitiva comenzó a hablar con absoluta seguridad de lo que se desconoce, de lo que no se ve. Porque fueron tan vehementes en explicar, que se creyeron saber lo que hay del otro lado. Y eso, no es ciencia, es religión. Así surgió. No son hechos probados, es fe. No importa que se desconozca el funcionamiento, ahí está el resultado: si las nubes traen truenos, debe ser por que los dioses nos odian. Y así, este pueblo se ha dedicado a decir que la culpa de todos sus males, es su Presidente. O su clase política. O su policía. O sus estudiantes. O sus desempleados. O sus empresarios. O sus infiltrados. No importa, el chiste es ponerle faz al descontento. Pero pequeño detalle, alguien se dio cuenta que puede aprovecharlo. Y con esa inercia, no importa lo que se diga, lo que importa es el canal por el cual la verdad, salga a la luz e irradie a todos los que somos ciegos y sordos y pentontos. No importa lo que se acuse, aún sin pruebas, porque defienden la infalibilidad de su vocería, de su sacerdote mayor o su sanador social en turno. Y así, llevamos algunos años esperando que presenten las pruebas que acusan en medios y que a pesar de que dicen poder probar, jamás denuncian ante las autoridades. Dicen que leas, pero sólo lo que ellos dicen que son “fuentes confiables”. ¡Infórmate!, te agreden... pero solo haz caso a sus dichos. Si preguntas, eres idiota y no ves lo que está claro y evidente. Parece normal, después de todo, que siempre alguien sea el maligno culpable de las desgracias del pueblo. Anda, bebe, pero solo de la sangre que de ellos emana. Come, pero solo la dieta que sus taumaturgos indican. Actúa, pero solo bajo sus lineamientos porque si preguntas, eres sujeto de burla y reprimenda. Te dicen borrego manipulado pero no dejan de arar para quien quiere cosechar la siembra del odio: la creencia supera a la lógica. Raíz del fanatismo... Mientras la humanidad ha logrado colocar una sonda espacial sobre un veloz asteroide, esto es el México de inicios del siglo XXI.
@zolliker