En el recientemente publicado Plan de Gestión a Largo Plazo para el Control de la Covid-19 no se hace mención de alguna de las secuelas de esta enfermedad, lo que se ha llamado Covid larga o persistente, aunque sí se hace mención de temas sanitarios no relacionados directamente con la pandemia, como la recuperación de la Soberanía Nacional en la producción de vacunas y biofármacos.
Tampoco se hace mención de quienes quedaron huérfanos debido a esta enfermedad —en marzo de 2022 una investigación publicada en la revista The Lancet Child & Adolescent Health calculó eran más de 192 mil niños y adolescentes o alrededor de 149 por cada cien mil habitantes—; pero sí se aclara que a partir de la publicación de Plan se dejarán de dar los apoyos económicos a los deudos del coronavirus.
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Por otra parte, según criticó el virólogo Andreu Comas, se destaca la “importancia de la transferencia tecnológica de las vacunas cubanas Abdala y Soberana a México” a pesar de que éstas aún no tienen el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no están adaptadas a las nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2, como pide la misma OMS.
Comas especifica que la aplicación de vacunas seguirá siendo necesaria para los niños después de que cumplan los cinco años de edad; sin embargo, Soberana y Abdala sólo están aprobadas para 18 años en adelante, aunque en el caso de la segunda, especifica el Plan, existe la recomendación del comité de moléculas nuevas de Cofepris de que se autorice para aplicarla de cinco años en adelante.
El Plan también aclara que las vacunas siguen y seguirán siendo útiles, sobre todo para dar dosis de refuerzo a las poblaciones en riesgo, como adultos mayores y personas con comorbilidades; también se propone la incorporación de la vacunación para la prevención de Covid-19 al Programa de Vacunación Universal.
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