Morena, entre fracturas y voto de castigo

8 de Mayo de 2024

Morena, entre fracturas y voto de castigo

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Los focos rojos al interior del partido se encendieron en los últimos días ante las protestas de militantes desplazados por expriistas; pero lo que realmente está en riesgo es que los morenistas puedan consumar su Plan C

Militantes y simpatizantes de Morena están enojados e inconformes y es por una sola razón: la repartición de candidaturas en el partido que fundó el presidente Andrés Manuel López Obrador, el mismo que criticaba a liderazgos del PRI y del PAN que, sin embargo, hoy tienen trato privilegiado en la Cuarta Transformación.

En estos últimos días el malestar se extendió por casi medio país. Y se han hecho más visibles las protestas y llamados al voto de castigo para Morena, por aceptar, reclaman, a “chapulines del PRIAN” y dar la espalda a sus militantes.

En ese descontento arrancaron las campañas del partido en el poder con la meta de consumar el ansiado “Plan C”: que el partido guinda y sus aliados políticos logren “carro completo” en las elecciones del próximo 2 de junio para, de esa manera, hacer realidad los cambios constitucionales que López Obrador no ha podido concretar durante su gobierno. Eso se traduce en que los morenistas necesitan 35 millones de votos en la elección presidencial, cinco millones más que los obtenidos por el tabasqueño en 2018. También buscan obtener la mayor votación para senadores y diputados federales, a fin de ganar más espacios de representación proporcional y la mayoría calificada. De esa manera tendrían la fuerza para aprobar reformas constitucionales sin el contrapeso de la oposición.

Morenistas consultados por ejecentral calculan en unos 100 mil la cifra de inconformes que aspiraron a alguna candidatura. Dicen que su partido les cerró la puerta, no respetó encuestas, hubo dedazos y falta de transparencia en la selección de abanderados; además, reprocharon la falta de capacitación y de formación de líderes locales.

La dirigencia del partido ha subestimado a los quejosos que al menos en 13 entidades federativas han protestado. Si el cálculo es de 100 mil inconformes, esto sólo representa 4.3% del padrón, que es de dos millones 323 mil afiliados. No obstante, quienes están molestos aseguran que serán un dique en el propio partido porque la dirigencia olvida que la mayoría de los militantes son obradoristas y, sin el liderazgo del presidente, Morena perderá simpatizantes y, por lo tanto, votos.

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Mario Delgado y las candidaturas para familiares

Uno de los espacios en los que el descontento con las candidaturas se ha hecho más evidente es en el Senado, donde legisladores acusan al dirigente nacional del partido, Mario Delgado, de ir en contra de los principios del guinda.

Su enojo radica en que cerca de 95% de los que buscaban la reelección no obtuvieron el respaldo para ello, ni fueron considerados para ocupar una curul en San Lázaro.

“Tanto que se quejó Mario de los anteriores gobiernos, y yo creo que hasta los hemos superado en algunas decisiones. Tenemos familiares en todos lados, lo que no hacía el viejo régimen. Ahora es candidato el papá, la hija, el hijo, el hermano, la esposa… hay hasta cinismo. El tiempo nos va a decir que nos equivocamos. Habiendo millones de ciudadanos, resulta que los mejores son siempre de las mismas familias. ¡Qué difícil entenderlo para la sociedad, por eso se cansan, están hartos de la política!”, exclamó el senador morenista José Ramón Enríquez.

Así respondió al recordar las candidaturas del primo de Mario Delgado; el hijo del coordinador de diputados de Morena, Ignacio Mier; la viuda del exgobernador de Puebla, Miguel Barbosa; el hijo del director de Segalmex, Leonel Cota; el hijo del compadre de Enrique Peña Nieto, Luis Miranda; el primo del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo…

Enríquez dice que seguirá en Morena, pero que hay “demasiada imposición y acuerdos en lo oscurito” de Mario Delgado, a quien acusa de encabezar “la mafia del poder” en el partido. Sí, el senador se encuentra disgustado porque primero le quitaron la candidatura a la gubernatura de Durango y ahora le cerraron su aspiración de reelegirse; el lugar que quería se lo dieron al petista Óscar González Yáñez, quien, asegura, sólo tiene 3.7% de aprobación en las encuestas publicadas en la entidad.

Desde su oficina en el Senado sonríe tras recordar que, en 2022, cuando le negaron la candidatura a la gubernatura por dársela a Marina Vitela, sus simpatizantes le arrojaron huevos a Mario Delgado.

“¡Y le fue bien! No quiero perder la seriedad, pero le fue bien, porque estaban tan enojados, que la verdad yo no pude controlar las asambleas. Estaban muy enojados porque Durango nunca ha podido tener una transición hacia la izquierda. Pareciera que eso le ha molestado mucho a Mario, como que tiene la imagen tan limpia y tan pulcra que lo agarran a huevazos y es como si le estuvieran provocado un daño moral los propios militantes de Morena. Ya después no regresó a Durango”, declaró.

En esa elección, Morena y sus aliados perdieron con 39% de los votos, frente a 53% de los que obtuvo el priista Esteban Villegas. De acuerdo con morenistas de la entidad, aunque la oposición llevaba ventaja, se sumó un voto de castigo.

En la misma Cámara alta, el pasado 28 de febrero la senadora María Antonia Cárdenas anunció su salida del grupo parlamentario de Morena y su inclusión en la bancada de Movimiento Ciudadano, tras reprochar a Mario Delgado el “circo electoral y la manipulación de candidaturas”.

“La simulación es la pieza que ha viciado un proceso electoral que está llamado a la impunidad y a la corrupción de la que tanto se pregonaba, pero que ahora vemos que es la esencia de un movimiento que se acerca al PRI”, escribió en una carta dirigida a militantes del partido guinda.

Un día después, el 29 de febrero, en la Cámara de Diputados, donde también decenas de morenistas se quedaron sin la oportunidad de tener continuidad por otro periodo, Susana Prieto dimitió tras advertir que la dirigencia de su partido rompió los acuerdos sobre la reelección.

Morena descontento

Voto vs. chapulines

Los llamados chapulines son los que han provocado el malestar mayor en la 4T. Destaca la irritación del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, porque su partido postuló al exgobernador Alejandro Murat como candidato a senador por la vía de la representación proporcional.

Jara señaló irregularidades del gobierno de su antecesor y pidió una explicación a Mario Delgado por darle el espacio al ahora expriista. “Los chapulines no son buenos (…) La población será la que dé su último veredicto. Yo sé que cuando estuvo (Murat) la gente no estuvo contenta y tengo el pulso en Oaxaca, de cómo es la opinión del pueblo”, declaró el gobernador.

El dirigente nacional morenista ya ha hablado al respecto y defendido la absorción de externos: “¿Cuál es el riesgo de la incorporación de actores que vienen de otras fuerzas políticas? Que nos traicionen. ¿Cuál es el candado que tenemos ahora? Que todos los que participan han pasado por cursos del Instituto Nacional de Formación Política (…) Ningún candidato que venga de otras fuerzas políticas va a venir a cambiar nuestra ideología o el rumbo de nuestro proyecto”.

Los simpatizantes que no tienen problema con los llamados chapulines comentan que lo que se busca es ganar elecciones y, si consideraron a liderazgos de otros partidos, es porque traen apoyos y votos con ellos, lo cual explica el caso de Murat.

Juan Cáceres, líder de la Coordinadora Nacional de Fundadores, Militantes y Simpatizantes de Morena, advirtió que los integrantes acordaron no votar por los candidatos chapulines. Afirma que el movimiento que encabeza se creó hace tres años y tiene 1 millón 200 mil asociados que están valorando un voto de castigo para Morena en las elecciones del 2 de junio.

En la dirigencia de Morena menosprecian esta expresión de lo que podría considerarse un movimiento de insubordinación; aunque les ha provocado obstáculos, porque tiene tomada la sede del partido ubicada en la calle de Chihuahua, colonia Roma, en la Ciudad de México, el mismo inmueble que fue la casa de transición de López Obrador.

En entrevista con ejecentral, Juan Cáceres reveló que entregó a Mario Delgado una lista con los nombres de 169 líderes locales para su consideración en las candidaturas, pero ninguno fue tomado en cuenta.

Dos semanas antes de las campañas, integrantes de ese movimiento protestaron en la sede nacional del partido con un ataúd y una manta encima: “Mario Delgado enterró la democracia”.

“Ahora queremos hacer el llamado a Claudia Sheinbaum (candidata presidencial de la 4T), porque representamos un voto duro en Morena, estamos hablando de 1 millón 200 mil votos de las bases del partido. Acabamos de hacer una asamblea nacional el 27 de enero, donde acordamos no votar por chapulines. En caso de no se nos escuche podemos hacer el voto cruzado, incluso llegar a lo peor, que es el voto de castigo. Por eso estamos pidiendo el diálogo directo con Claudia, para que no se vaya a terminar de fracturar lo que Mario tiene dividido”, dijo.

El tabasqueño afirmó que el dirigente de Morena maneja al partido como un cártel político y mafioso e insistió en que hay inconformidad por la selección de candidatos mediante tómbola. “Es un cochinero total. Ver cómo los hijos de los gobernadores los meten dentro de la tómbola para que salgan, en donde debe ser espacio para mujeres salen hombres y donde es para hombres salen mujeres”, repudió.

Cáceres se considera un perseguido político y asegura que no lo silenciarán. Afirmó que, aunque estaba afiliado, ya no figura en el padrón del partido ni ha enfrentado un proceso de expulsión. Se buscó la posición de Morena o una entrevista con Mario Delgado para este reportaje, pero se negaron debido a la saturación de la agenda del dirigente.

Represión en Ciudad Juárez

Xóchitl Flores Olave se inscribió para la candidatura a la presidencia municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua, pero Morena decidió que Cruz Pérez Cuéllar compitiera por la reelección como alcalde, lo que causó inconformidad entre los militantes del partido.

El 26 de febrero pasado, morenistas y activistas protestaron en el fraccionamiento Campestre, residencia de Pérez Cuéllar, acusándolo de presuntos actos de corrupción. La policía municipal reprimió a los manifestantes y ocho de ellos fueron detenidos y posteriormente liberados.

En su cuenta de X, Juan Carlos Loera
–exdelegado de Bienestar en Chihuahua– condenó la agresión y arresto “con expreso abuso de la fuerza pública” y consideró preocupante que en un gobierno de la 4T se atente contra las libertades.

Hace tres años, la Fiscalía de Chihuahua solicitó una orden de aprehensión contra Pérez Cuéllar por presuntamente estar en la “nómina secreta” del exgobernador César Duarte. Pérez Cuéllar, entonces legislador con fuero, acusó a Javier Corral, mandatario estatal, de una maniobra para ganar lo que no podría en las urnas.

Hoy, Javier Corral apoya a Claudia Sheinbaum y está en la lista de candidatos plurinominales al Senado como parte de la Cuarta Transformación. El alcalde enfrenta protestas por su gestión y hay militantes que lo acusan de haber comprado su candidatura para la reelección.

Xóchitl Flores, militante de Morena desde 2015, declaró en entrevista que impugnará el proceso de selección de candidatura debido a la falta de transparencia y ausencia de encuestas. Además, indicó que las personas que antes combatieron ahora se unan a Morena y obtengan cargos, manteniendo su actitud abusiva y aprovechada, enriqueciéndose rápidamente y sin cumplir la ley.

“Callarnos no es una opción, Cruz Pérez Cuéllar está señalado hasta por sus vínculos de este líder de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García (…) Lo triste es que la verdadera oposición está dentro de Morena y en lo que respecta a mi municipio, pues es una ciudad que ha sido muy lastimada por la violencia, la corrupción, la impunidad y los feminicidios”, agregó.

Y remató: “Tenemos a un bandido en la Presidencia Municipal. Cruz Pérez Cuéllar es un bandido y aún así va por la reelección”.

Revolución de Morena

El ganón del PVEM

Quintana Roo es uno de los estados en los que la militancia ha protestado por la “imposición de candidaturas”. En esa entidad reprochan que los espacios de Morena se cedan al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Didier Torres de la Cruz compitió por la candidatura a diputado local, pero aún no sabe si fue seleccionado para participar en los comicios debido a la opacidad del proceso electoral.

“En 2015 me nombran precandidato a gobernador de Quintana Roo y empieza el relajo (...) nombran a José Luis Pech, que ahora es senador por Movimiento Ciudadano, y desde ahí comienza toda la debacle y la corrupción que ha dividido a Morena”, relató.

Torres de la Cruz considera que sólo el presidente López Obrador sigue los estatutos de Morena. En Quintana Roo, denunció que el partido dejó cargos clave a militantes del PVEM, pese a señalamientos por corrupción.

A nivel local, señaló que a Morena le ha faltado visión al no capacitar a los militantes para formar liderazgos, mientras que éstos han optado por el conformismo. Admitió que “el poder rebasó a los militantes”.

Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, admitió que el partido no construyó cuadros de la izquierda tan rápido como debió hacerlo.

Hoy, el reto electoral para el partido, según sus militantes, es la formación de líderes internos para evitar la influencia de cuadros externos y asegurar el apoyo a Claudia Sheinbaum, ya que Andrés Manuel López Obrador planea retirarse de la política al finalizar su mandato presidencial.

Hay preocupación al interior del partido porque su liderazgo más fuerte ya no tendrá tanta exposición como ahora. En los estados, admiten, un porcentaje importante de seguidores del movimiento son obradoristas, no morenistas.

De acuerdo con un dossier informativo del partido, la población gobernada por Morena a nivel nacional en 2018 era de 35 millones; en 2021 pasó a 61 millones; en 2022 llegó a casi 74 millones y, en 2023, la cifra aumentó a 91 millones de personas.

Actualmente, Morena y sus aliados gobiernan en 23 entidades, así como en 13 capitales y las principales ciudades del país. También se consolidó como el partido con mayor número de militantes en México, con dos millones 322 mil 136 afiliados.

Durante la dirigencia de Mario Delgado, desde el 5 de noviembre de 2020, el partido ha participado en 23 procesos electorales estatales, obteniendo la victoria en 17 gubernaturas; sin embargo, en 2021 perdió fuerza.

En la Cámara de Diputados, en 2021, no pudo consolidar la mayoría en la Cámara de Diputados, al perder 50 curules. Y sufrió un revés en la cuna morenista, la Ciudad de México, al haber perdido seis de las nueve alcaldías que gobernaba.

El 2 de junio próximo, en México se llevarán a cabo las elecciones más grandes en la historia, pues la población deberá elegir 20 mil 708 cargos, 629 federales, incluido el de Presidente de la República, y 20 mil 79 puestos locales.

Para el senador José Ramón Enríquez, ante las inconformidades con las candidaturas “hay focos amarillos en todo el país, otros rojos y otros rojos tan intensos, que llegan a guinda”.

Tanto se quejó Mario de los anteriores gobiernos (...) Tenemos familiares en todos lados, lo que no hacía el viejo régimen. Ahora es candidato el papá, la hija, el hijo, el hermano, la esposa… hay hasta cinismo”. José Ramón Enríquez, senador por Morena.

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