Amnesia

25 de Abril de 2024

Gabriela Sotomayor

Amnesia

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Se le olvida al presidente Andrés Manuel López Obrador su viaje a Nueva York, en marzo del 2017, para entregar una queja en la sede de Naciones Unidas en la que denunciaba las graves violaciones de derechos humanos contra migrantes mexicanos, perpetradas por el gobierno de su ahora homólogo, Donald Trump.

En ese tiempo López Obrador era presidente de Morena y quería entregar en mano del representante del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos (ACNUDH), una carta en la que expresaba en términos enérgicos su rechazo a la política “racista’’ de Trump.

En un evento en el auditorio de Nuestra Señora de Guadalupe en NY anunció que se reuniría con el Alto Comisionado que en ese entonces era Zeid Ra’ad al Hussein. Algunos miembros del equipo de AMLO no tenían muy claro que la sede del Alto Comisionado está en Ginebra y cuando los cuestioné sobre ese detalle, corrigieron el mensaje porque Zeid no estaba en la Gran Manzana.

Entonces se habló de una reunión con el representante del ACNUDH en Nueva York, Andrew Gilmour. Pero para colmo de males, López Obrador no pudo hacer entrega en persona de la famosa queja porque las fuertes nevadas paralizaron prácticamente toda la ciudad y la ONU estuvo cerrada.

“Es un hecho que las órdenes dictadas por el mandatario de Estados Unidos para construir un muro en la frontera y perseguir a los migrantes en este país violan en diversos aspectos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Cívicos y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, se lee en un fragmento de la carta.

El documento remarca que en virtud de que “la subordinación del presidente Enrique Peña Nieto a los dictados de Estados Unidos equivalen a una total ausencia del gobierno de México, venimos a solicitarle que tenga presente esta queja y la eleve a las instancias correspondientes, para que se emitan las recomendaciones necesarias y urgentes contra el gobierno estadounidense por violación de diversos derechos humanos y prácticas de discriminación racial”.

En el evento de Nuestra Señora de Guadalupe, López Obrador afirmó: “Lo he dicho en otros lugares y lo repito ahora: es una canallada de Trump y sus asesores, es una canallada el que se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos, justo antes de emprender la infame persecución y el abominable exterminio de los hermanos judíos’’.

“También estamos convencidos de que se trata de una estrategia política, demagógica y electorera, que si bien les sirvió a Trump y a los suyos para hacerse con la presidencia, no les permitirá ni afianzarse en el gobierno ni mucho menos lograr la reelección”, lanzó López Obrador.

“Además, es

un absurdo querer cerrar este gran país a los extranjeros porque

se ha construido con el esfuerzo de hombres y mujeres de todo el mundo. Sin los migrantes, Estados Unidos no podría competir industrial y comercialmente con Asia o con Europa”, valoró.

Acusó que el régimen de Peña Nieto, “carente de toda autoridad moral y política, ha permitido la insolencia y el ultraje del mandatario de Estados Unidos en contra de nuestros connacionales’’. López Obrador sufre de amnesia y ahora Trump es “su amigo”. Quizá López Obrador también usó el tema migratorio para hacer campaña, pero ahora es Presidente.

Antes de que esa carta se hunda en el olvido, valdría la pena que López Obrador se la entregue a Trump en propia mano. Se lo debe a miles de niños separados de sus familias y encerrados en jaulas, a millones de mexicanos discriminados en Estados Unidos, se lo debe a miles de migrantes que han sido maltratados, deportados o detenidos por la Guardia Nacional para impedir que crucen el Río Bravo. Se lo debe a México.