Mi grito

12 de Mayo de 2024

Gabriela Sotomayor

Mi grito

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Llegamos a la conmemoración del 211 aniversario del inicio de la Independencia de México con un país ensangrentado, en el que cada día asesinan a un promedio de 90 personas y 10 mujeres son víctimas de feminicidio.

Donde también asesinan a periodistas en la más escandalosa impunidad, en el que nos faltan más de 92 mil desaparecidos, en el que el narco domina sendos territorios, en donde patean a migrantes, aumenta la pobreza y asoma el hambre.

Un país liderado por un presidente que cae bien, pero gobierna mal, que cuenta y mutila la historia a su conveniencia, que empodera a los militares, un México azotado por la pandemia, rebasado por la ineptitud de quienes la gestionan y devastado por sus muertos.

Un país con un mandatario que regala puestos a sus fieles amigos, pero sin preparación para sus “encargos’’ y que, para colmo de males, invita a dar un discurso en este día emblemático al representante de la dictadura cubana que encarcela a sus críticos, es implacable contra opositores y ha sido acusada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por violadora de derechos humanos.

Un país con un líder que mirando al Zócalo y campana en mano, ahora sueña con crear su club de Toby y amenaza abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA) en solidaridad con sus cuates bolivianos, nicaragüenses y venezolanos y que, al parecer, no mide el ridículo que puede hacer ante la comunidad internacional porque no le van a dar los votos para desfondar al organismo.

Un país con demasiadas heridas y pocas cicatrices. Pero no quiero ser aguafiestas en estos días tan importantes de celebración, así que aquí va mi grito :

Viva la democracia y quienes también la hacen valer.

Viva la Independencia del Poder Judicial y los jueces incorruptibles.

Vivan los mexicanos que se niegan a ser etiquetados como chairos o fifís.

Viva la clase media, que a pesar de su trabajo incansable y su aportación a la economía del país es vilipendiada por el inquilino de Palacio Nacional.

Vivan las familias de los desaparecidos, que desgastan sus zapatos en incontables caminos y arañan la tierra buscando a sus seres queridos, la mayoría de ellos sin acompañamiento del gobierno.

Vivan los periodistas que investigan, denuncian, cuestionan, los que critican una y otra vez los errores y abusos de la 4T, y vuelven a hacerlo sin amedrentarse por el enojo del señor Presidente.

Vivan los defensores de derechos humanos que se la juegan a diario, especialmente los ambientalistas.

Vivan los disidentes.

Vivan los que conservan el sentido del humor, la risa y las fiestas aunque sean por Zoom.

Vivan todos los ciudadanos que pagan sus impuestos.

Vivan los trabajadores y empresarios que siguen navegando a pesar de la tormenta.

Vivan los profesionistas que han teletrabajado, cuidado niños y hecho malabares para conservar la armonía en sus hogares.

Vivan los maestros que no dejan de enseñar y los estudiantes que no dejan aprender.

Vivan restauranteros, hoteleros y pequeños empresarios que se la han jugado sin apoyos de la 4T.

Viva el movimiento feminista y quienes hicieron posible la despanalización del aborto.

Vivan todas las mujeres que levantan la voz sin miedo y todos los hombres que no son machos.

Viva el personal de salud que sigue trabajando sin descanso y sin ver todavía el final de esta pesadilla.

Vivan los familiares de los muertos por el Covid que tiran pa’lante a pesar de la tragedia.

Vivan los sobrevivientes de la pandemia.

Viva la sociedad civil a la que el país necesita más que nunca.

Vivan los científicos e investigadores que siguen con sus trabajos a pesar del recorte de presupuestos y el desdén del Presidente.

Viva la cultura y vivan los intelectuales, escritores y artistas que continúan con su impulso creador a pesar de quienes los representan y la pared con la que topan.

Vivan los padres y madres de familia que cuentan los panes en el silencio de la noche y se dan la mano.

Vivan los niños que lo entienden todo.

Vivan los pobres a los que arrasó el tsunami pandémico junto con la incomprensión de su presidente.

¡Vivan los mexicanos que NO se hunden ante los problemas y siguen a flote a pesar de los pesares !

¡Viva México ! ¡Viva!

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