En México cada quien tiene su propia versión sobre la laicidad: el gobernador de Tamaulipas develó, en un acto religioso público, una escultura de la Virgen de la Misericordia el pasado 12 de diciembre, mientras que el obispo de Zacatecas fue acusado ante el Instituto Electoral Estatal por presuntamente violar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, luego de lanzar críticas a la 4T.
Américo Villarreal Anaya y el obispo, Efraín Tamez Villarreal, llevaron a cabo un acto -donde hubo misa y todo- el día en que los católicos celebran la aparición de la Guadalupana. En el municipio de Hidalgo, ambos se persignaron y develaron una de las estatuas más grandes de la Virgen de la Misericordia en América Latina, en cuya construcción participaron (no se sabe cómo) estudiantes del Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo, según boletín del gobierno estatal.
El gobernador dijo: “más que una obra es un símbolo renovado de la identidad espiritual de Tamaulipas; representa la fe de miles de personas, la esperanza de un pueblo noble y la fraternidad que nos permite caminar juntos”. Al parecer el funcionario desconoce el Artículo 25 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público que dice: “las autoridades (federales, estatales y municipales) no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público…”.
El catolicismo en esa entidad va a la baja desde hace 10 años. La diversidad religiosa se incrementa por el número de estaciones de radio no permisionadas que iglesias evangélicas tienen en la frecuencia modulada, además de aquellos programas de televisión que invaden su espectro y a diario transmiten iglesias protestantes desde Estados Unidos. Ministros de culto cristianos y de otras denominaciones le han invitado en ocasiones a sus eventos y siempre ha enviado a un “representante”, lo cual habla de su preferencia espiritual, pero no de su función institucional como servidor público.
También el caso del obispo zacatecano Sigifredo Noriega Barceló, a quien se le ocurrió reforzar lo que la Conferencia del Episcopado ha criticado de manera insistente: la errada política contra la inseguridad y los “damnificados de la 4T”, aparte de pedir al gobernador David Monreal la lista de desaparecidos en la entidad sin que haya respuesta.
El obispo criticó la reforma a la Ley Nacional de Aguas, dijo que no hubo tiempo para que esto se socializara, se reflexionara y que no se tomaron decisiones “que al fin de cuentas van a tener consecuencias negativas”. Estas afirmaciones hicieron que el presidente estatal de Morena, Rubén Flores Márquez, acusara al prelado de “manipular a la ciudadanía”, por lo que interpuso una queja en su contra en el Instituto Electoral Estatal. El morenista pidió al representante religioso que se abstenga de realizar actividades con tintes políticos, en especial cuando porte vestimenta o porte símbolos religiosos, lo que generó una cascada de apoyos para Noriega Barceló, incluso de representantes morenistas, quienes defendieron su sotana y la libertad de expresión que tiene como ciudadano de la república.
¡Total que cada quien entiende la laicidad como le da la gana… que para eso somos mexicanos!
PALABRA DE HONOR: Nuevamente aplauden los grupos fundamentalistas en México al conocer el triunfo del derechista José Antonio Kast en las elecciones del pasado domingo en Chile, cuyo lema gubernamental será “Dios, patria y familia”. Quieren imponer la moral.
