El Poder Judicial de la Federación, que en las últimas semanas ha sido objeto de una ofensiva política y presupuestal por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador y del Congreso de la Unión, tiene buen desempeño en transparencia y rendición de cuentas, pero ha fallado en acompañamiento a las víctimas y en abrir canales de colaboración con los ciudadanos.
Así se desprende de la plataforma Métrica de Justicia Abierta, elaborado por el World Justice Project (WJP), que evalúa el trabajo de 233 instituciones del sistema de justicia en México, como tribunales, fiscalías, comisiones defensoras de los derechos humanos e instancias penitenciarias, en materia de transparencia y participación ciudadana.
De acuerdo con la metodología del WJP, en una escala de 0 a 1 (donde 0 es pésimo desempeño y 1 es excelente funcionamiento), la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene un puntaje general de 0.56, lo que la coloca en la posición 73 del ranking nacional.
Sus mejoras notas las obtiene en transparencia (0.91) y rendición de cuentas (0.65); sin embargo, sus principales debilidades están en colaboración con la ciudadanía (0.33) y acercamiento a las víctimas de delitos e injusticias (0.13).
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El Consejo de la Judicatura Federal (organismo que se encarga de vigilar y regular el desempeño de los jueces) tiene calificaciones muy parecidas a la Corte, pues ocupa la posición 56 en la escala general, con un puntaje de 0.54.
El mayor logro del CJF es el acompañamiento a las víctimas, pues ocupa la posición 14 a nivel nacional y tiene una nota de 0.75. Sus puntos débiles son la colaboración con ciudadanos (0.17) y transparencia (0.52), donde ocupa las posiciones 107 y 157, respectivamente.
En días recientes, las dos cámaras del Congreso de la Unión aprobaron un dictamen que desaparece 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, lo que ha desatado protestas en varias ciudades del país por parte de los trabajadores del sector.
Mientras el presidente López Obrador insiste en que esos 15 mil millones de pesos sirven para financiar los privilegios de la “burocracia dorada” del Poder Judicial, los inconformes sostienen que se trata de prestaciones laborales para mandos medios y bajos.
De la plataforma del WJP se desprende que el Poder Judicial cumple con estándares de transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos, aunque tiene carencias en vinculación con los ciudadanos y atención a víctimas.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es el órgano federal que tiene las peores notas en colaboración ciudadana para la toma de decisiones, pues con un 0.00 de calificación se ubica en la última posición del ranking nacional.
En contraste, su labor de acompañamiento a los solicitantes de justicia es uno de sus mejores atributos, con una calificación de 0.63, lo que lo coloca en la posición 32 de las 233 instituciones analizadas.
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