Las portadas de los principales medios del mundo llenaron sus primeras planas con la renuncia del líder del Partido Conservador británico, Boris Johnson y el asesinato del exprimer ministro japonés, Shinzo Abe.
Las imágenes del primer ministro británico parado frente a la puerta negra con el número 10 de Downing Street dieron la vuelta al mundo y no era para menos: su partido deberá elegir a su sucesor tanto al frente del órgano político, como del gobierno.
Johnson renunció tras el escándalo que ya había arrastrado a 60 miembros de su gobierno, incluidos el titular de finanzas, Nadhim Zahawi. “Es una buena noticia, pero no basta”, comentó el líder laborista Keir Starmer.
“Es claramente la voluntad del grupo parlamentario conservador que haya un nuevo líder de partido”: Boris Johnson.
La imagen de Shinzo Abe tirado en el suelo e intentando ser asistido por dos mujeres también dio la vuelta al mundo, no solo por la sorpresa en los ojos de una de ellas; sino porque un hombre se acercó lo suficiente para darle dos disparos, en la espalda y el cuello.
A los 67 años, Shinzo Abe tomó el podio frente a la estación ferroviaria Yamato-Saidaiji – buscaba el apoyo de los votantes para la reelección de Kei Sato como integrante de la Cámara Alta del Parlamento –, iba a dirigir unas palabras a las personas asistentes, pero las cámaras de seguridad captaron a un hombre parado detrás de él, quien finalmente acabó con su vida. EJ
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