Reforma de pensiones francesa pasa al Senado
Se calcula que dos de cada tres personas en Francia se oponen al retraso de la edad de jubilación, por lo que los sindicatos ya se preparan para aumentar la presión
Pese a las protestas multitudinarias que han llenado las calles de Francia, por parte de ciudadanos que rechazan la propuesta de pensiones del presidente Emmanuel Macron, este viernes, el proyecto de ley pasó al Senado, al terminar el plazo para que los diputados se pronunciaran, en un contexto de creciente tensión.
Fue hasta pasada la medianoche, que la presidenta de la Asamblea (cámara baja), Yaël Braun-Pivet, puso fin al examen del texto, que no llegó a votarse, antes de dar paso al debate sobre una moción de censura presentada por la ultraderecha, que no tiene visos de prosperar.
Ahora corresponde al pleno del Senado poner a debate la propuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 el próximo 2 de marzo, pese al creciente rechazo de los ciudadanos.
Se calcula que dos de cada tres personas en Francia se oponen al retraso de la edad de jubilación, por lo que los sindicatos ya se preparan para aumentar la presión a partir del 7 de marzo, con nuevas huelgas.
Los opositores cargan contra un proyecto injusto que perjudicaría a las clases populares. El gobierno defiende subir una de las edades de jubilación más bajas de Europa como una manera de evitar un déficit en la caja de las pensiones.
Aunque se daba casi por hecho que no se llegaría a votar en la Asamblea, los sindicatos aumentaron la presión en los últimos días sobre la oposición de izquierda para que se pudiera debatir al menos el artículo relativo al retraso de la edad.
Pero en vano. El partido La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) mantuvo la mayoría de sus miles de enmiendas, lo que impidió llegar a ese punto, en un contexto de tiempo limitado por el polémico procedimiento escogido por el gobierno.
Cabe destacar que si para el 26 de marzo no hay aún un acuerdo entre ambas Cámaras, el gobierno podría aplicar de todas formas la reforma, aunque en este caso el descontento social aumentaría significativamente y las protestas podrían escalar.
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