La divisa mexicana continuó siendo la más perdedora por segundo día consecutivo, los indicadores económicos estadounidenses y las expectativas sobre los movimientos de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) persistieron como los elementos en el debilitamiento del peso.
En la sesión de este miércoles, el tipo de cambio fluctuó en las bandas de 17.9622 unidades como mínimo y en los 18.3090 en su punto máximo. La moneda perdió 1.37% y el dólar se negoció en los 18.2566 pesos.
Ante los datos económicos recientes, miembros de la Reserva Federal como Christopher J. Waller, gobernador del banco de San Luis, o John C. Williams, presidente del banco de Nueva York, han mostrado posturas restrictivas, es decir, se inclinan por un alza en la tasa de interés con la finalidad de disuadir el consumo y de esa manera sacar las presiones inflacionarias por la demanda de productos y servicios a crédito.
Además, la debilidad de la divisa obedeció a que indicadores de Estados Unidos como las ventas minoristas mostraron mayor fuerza a la expectativa de los economistas, resultado que indica presiones inflacionarias en la economía por lo que la Reserva Federal debe responder para contenerlas, y la forma de hacerlo es con un incremento de tasas de interés lo que cierra el diferencial contra las de México, que significa un menor atractivo para los inversionistas y un menor flujo en de dólares para nuestro país que debilita al peso.
La moneda mexicana fue la que más cedió por encima de las pérdidas de otras divisas como la corona sueca (1.11%), el rand sudafricano (0.96%), o el dólar canadiense (0.43%), que fueron las que siguieron en la lista de los declives. En lo que va de octubre la numisma azteca ha perdido 6.83%, pero aún así avanza en el año un 6.32% y en los últimos tres años acumula una ganancia de 13.90%, siendo un comportamiento resiliente ante los embates externos.
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