De las 20 gubernaturas que el PRI tenía hace 10 años, al término de 2022 sólo tendrá dos (Estado de México y Coahuila). De los 212 diputados federales que el tricolor poseía en 2012 —año en que recuperó la Presidencia de la República—, hoy sólo controla 70. Y de los 52 escaños que el PRI ocupaba en el Senado al arranque del sexenio de Enrique Peña Nieto, hoy sólo le quedan 13.
La última década ha sido demoledora para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al grado que el excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa dijo esta semana que Alejandro Moreno Cárdenas, actual dirigente nacional, será el sepulturero de la fuerza política.
“Yo creo que el PRI está en el peor momento de su existencia, ya muy cercano a la irrelevancia. No va a perder el registro porque aún tiene muchos apoyos, pero está en franco declive”, dijo el analista político José Antonio Crespo, autor del libro ¿Tiene futuro el PRI?
“Muchos de los propios priistas como ya no ven futuro en ese partido, se están pasando a Morena, y ahí les dan entrada, los hacen candidatos de inmediato”, agregó el académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Crespo estimó que a partir de 2018, el PRI dejó de tener viabilidad como fuerza política en solitario y ha dependido de las alianzas con la oposición, las cuales son cada vez menos efectivas.
De 2012 a la fecha, el PRI ha tenido siete dirigentes nacionales. El peor declive ocurrió con Alejandro Moreno, pues bajo su mandato el tricolor perdió ocho gubernaturas en 2021, para quedarse sólo cuatro.
Actualmente, el Revolucionario Institucional gobierna 466 ayuntamientos, equivalentes a 18% de los municipios del país. Sin embargo, ninguno de ellos corresponde a una ciudad mayor de un millón de habitantes y sólo ostenta cuatro capitales: dos en solitario (Pachuca y Saltillo) y dos en coalición con PAN y PRD (Toluca y San Luis Potosí).
Interrogado sobre las opciones del PRI para la sucesión presidencial de 2024, Crespo sostuvo que la única carta fuerte que figura en las encuestas es el exsecretario de Tursimo, Enrique de la Madrid, pero “no es respaldado por el partido, pues lo ven como parte del equipo de Peña Nieto”.
El académico vaticinó que el propio Alejandro Moreno buscará la candidatura presidencial del PRI, pero puso en duda que se convierta en el abanderado de la coalición PAN-PRI-PRD debido a que no tiene el suficiente arrastre, y el bloque opositor necesita una candidatura fuerte para hacer frente al aspirante de Morena.
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