¿Y Tabasco, Presidente?
VILLAHERMOSA, TABASCO, 29NOVIEMBRE2020.- La Secretaría de la Defensa Nacional informa que con motivo de las afectaciones que se han presentado en el estado de Tabasco ocasionadas por las fuertes lluvias, el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, continúan aplicando el Plan DN-III-E, en su fase de auxilio beneficiando a más de 190,600 personas; desde el 1 del presente mes hasta esta fecha, se ha trasladado desde la Ciudad de México al estado de Tabasco más de 225.50 toneladas de víveres vía aérea y 289.74 toneladas vía terrestre. Para el efecto, se han movilizado 2,498 elementos, 145 vehículos, así como seis aeronaves de transporte de carga de la Fuerza Aérea Mexicana (dos “Hércules” C-130, tres “Casa” C-295 y un “Spartan” C-27J). Como parte de las tareas fundamentales, se llevan a cabo actividades profilácticas así como de limpieza y desazolve en vialidades, tales como: colocación de 126,738 sacos terreros, 3,735 consultas médicas, evacuación de 10,420 personas; asimismo, en coordinación con las autoridades locales y estatales se establecieron 27 albergues y se han distribuido 122,507 raciones calientes. FOTO: SEDENA/CUARTOSCURO.COM
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Los problemas en Tabasco continúan y dicen los que saben, que las tropas desplegadas en el Plan DN-III-E se sienten abandonadas, y no por el titular de la Defensa, sino por el Presidente, quien prácticamente ni se acuerda de ellos
Hay que estar muy alerta de los problemas que todavía sufre Tabasco a consecuencia de las inundaciones, varias de ellas provocadas por las imprudentes decisiones de la CFE y, especialmente, Conagua, porque dicen los bien enterados que las tropas desplegadas en el Plan DN-III-E se siente abandonadas, y no por el titular de la Defensa, el general Luis Cresencio Sandoval, sino por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prácticamente ni los menciona en sus mañaneras.
La situación en las tierras de don Andrés es tan pesada para el Ejército, que se acumulan los días en que ni siquiera pueden dormir en camastros o bañarse, apenas comen porque no les da tiempo, y no hay personal para relevarlos después de más de ocho semanas de estar allá. No lo dicen, dicen los enterados, pero están molestos.